lunes, 18 de diciembre de 2017

NAVIDAD EN VENEZUELA (2017)


Este probablemente sea mi último artículo del año 2017 con el cual quiero agradecer a todas las personas que se han tomado el tiempo para leer mis opiniones sobre diferentes tópicos.

Me gusta terminar un ciclo en diciembre, porque diciembre es tiempo de esperanza, de alegría, de unión familiar, de fe. Por lo menos eso debería ser, aunque cada vez lo sea menos. Es perverso ver como la navidad, sobre todo en niños, se ha convertido en una aspiración de cosas que dan felicidad (material) en la medida que son obtenidas. El consumismo y materialismo se han apoderado de estas fechas y eso hace que la navidad sea como la descripción de aquella canción que le encantaba a mi abuelo: cantares de navidad, que reza así:

Hay quien tiene todo, todo lo que quiere y sus navidades siempre son alegres, hay otros muy pobres que no tienen nada, son los que prefieren que nunca llegara”

Mi país es un reflejo de esta última frase de esa estrofa. Probablemente estemos viviendo las peores navidades desde el punto de vista económico de la historia republicana de nuestro país: Hiperinflación, enorme escasez, muertes por desnutrición, crisis de salud y medicinas, descomposición política terrible, cargada de mentira y odio, una anarquía social que ha convertido nuestras calles en un caldo de violencia colectivo.  Sí, nuestras navidades son muy parecidas a las que describía el director Franco Zeffirelli en su versión cinematográfica de la vida de Jesús (Jesús de Nazaret) donde los judíos ante, la opresión romana, clamaban al cielo un Mesías que impulsara un cambio.

Estas navidades cargadas de tantas crisis y austeridad no creo sean casualidad, o mejor dicho para que no se interprete que Dios las manda, son fuente de grandes oportunidades, de fortalecer la fe y re direccionar las prioridades. Son una posibilidad de reforzar la unión familiar y entenderla como una riqueza y bendición. Cuando la vida está cargada, como es natural, de pérdidas físicas de seres queridos, uno se da cuenta de cuál valor tiene cada persona, cada integrante de nuestra familia.

La navidad no es un tiempo para extrañar, para llorar o para sumergirnos en amargas depresiones. Aunque humanamente sea casi que inevitable hacerlo, la navidad es, y deberá ser siempre, CRISTO, camino, verdad y vida.

La cena, los adornos, que nos encantan, y bendecidos quienes la puedan vivir en abundancia, son un plus. Pero ¿de qué nos serviría tanto licor y comida, tanta belleza externa, si espiritualmente estamos como sepulcros vacíos?

La navidad es actitud y según esté nuestra actitud estará nuestra felicidad, no solo ante ella sino el resto del año. El 2018, como cada año, trae enormes desafíos para nuestra fe católica, cada año menos seguida y más fusionada con otras creencias paganas, leyes contra natura, contra la vida, más anticlericales, más corrupción, más sexualización de nuestros jóvenes y legalización de drogas. Un arte que año tras año avanza más y con más atrevimiento a lo vulgar.

Ante este rostro Cristo se muestra como una esperanza cierta, no utópica, que por amor espera paciente, ante la mirada de Dios Padre, la conversión de los corazones y la construcción de su Reino; algo de lo cual nosotros somos obreros y por lo cual debemos recordar las plegarias del maestro cuando señalaba: “«La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe trabajadores a recoger su cosecha" (Mateo 9,37-38)

La lucha ardua, la que busca acabar el último bastión de resistencia, es contra la familia. Esta puede ser la semilla de un nuevo amanecer en la sociedad, no solo venezolana, sino del mundo entero. Esto lo sabe Satanás, lo saben los poderosos, pero Si Dios está con nosotros ¿quién contra nosotros? (Romanos 8,31)

Tengamos la fe de los pastores de Belén, la confianza de María y José, y el gozo solemne de los ángeles. Creamos esta historia porque es verdad y vayamos al encuentro del Salvador del mundo. ¡Alegrémonos!

"…os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre."


Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.»"
(Lucas 2)

Feliz Navidad, nos vemos en la oración.

Luis Tarrazzi
@luistarrazzi


martes, 12 de diciembre de 2017

LORENZO MENDOZA ¿SI O NO?


Sr. Mendoza, desconozco si en algún momento usted leerá estas líneas que le dirijo abiertamente. Pero lo haré anticipando primero esto: En el único mesías que creo es Jesucristo.

No le escribo por considerarlo un salvador para Venezuela ni el único venezolano con capacidades para gobernar un país. Pero ante tantos fracasos de los políticos opositores de Venezuela, ante tantas promesas incumplidas, ante tanta incapacidad y desorden, si me preguntaran de las figuras públicas cuál me motivaría a ir a las urnas electorales a las presidenciales del próximo año (2018) debo decirle, sin reserva, que me motivaría usted.

Y lo considero porque un país necesita un gerente, no un fanático fundamentalista del comunismo ni del capitalismo. Una persona que entienda que como gerente lo importante es el país y que un país funciona cuando cada quien hace su parte.

No le negaré que me asustan las propuestas de cambios que sustituyen ideologías por otras. Por ejemplo, hoy en Venezuela no se discute la ideología de género porque la coyuntura política lo impide, pero sé que con un cambio de gobierno de los que llaman de avanzada traería estos debates de leyes pro aborto y pro eutanasia. Así, siento que el problema de los políticos de hoy es que perdieron el Santo Temor de Dios.

En el año 2015 usted dijo estas palabras: “Yo respeto a la  gente que tiene la oportunidad de irse porque cree que su condición personal le dice me voy a donde sea,  es su decisión pero no la comparto, aquí  30 millones de venezolanos no podemos irnos para Panamá o a Colombia, yo estoy con la gente que no puede irse para ningún lado…A muchos que están pensando en irse,  evalúen bien su decisión porque estas cambiando unos problemas por otros, Venezuela nos necesita a todos”. Y tomando sus palabras le confieso que hasta hoy no había contemplado irme de mi país porque siempre confié, como confío, que esta crisis estaría llegando a su fin. La muerte de tantos estudiantes y sus luchas pensé moverían algo, la presión de calle pensé movería algo, y sí, se movió, se movió el país hacia un barranco peor, más terrible y más agudo.

Imagino lo que implica a un empresario exitoso como usted postularse a las presidenciales. Debe implicar persecución, cárcel, embargo de activos, amenazas. Y de verdad ese precio pareciera muy alto. Siempre me he preguntado por qué usted no se ha ido definitivamente del país, por qué no ha sacado a empresas Polar definitivamente de aquí, y la única respuesta que he conseguido es “amor al país”.

Irme o no de Venezuela tiene su punto de inflexión. Cada familiar y amigo que se ha ido ha tenido su punto de inflexión. La más notoria, la Asamblea Nacional Constituyente. Para mí, pensando una reelección de Nicolás Maduro pudiera ser ese punto de inflexión y sin ser analista político, hablando desde mi corazón, quizás la única persona con credibilidad y tamaño para adversar ese Goliat sea usted.

Dios disponga en su corazón lo más conveniente para su misión de vida. Quizás no sea usted sino otro. No soy quién para adelantar los tiempos de Dios, solo sé que el mío se consume y agota en un país que hace años dejó de existir. Dios lo bendiga, nos vemos en la oración.

Luis Tarrazzi

@luistarrazzi

jueves, 7 de diciembre de 2017

¿DE QUIÉN ES JERUSALÉN?


La ciudad santa, aquella que hoy concentra a las tres principales religiones monoteístas del mundo (judaísmo, cristianismo e islam), ciudad donde profetas pusieron su mirada y la cuna del Rey David.

Miqueas anunciaba sobre Belén, pequeña ciudad dentro de Jerusalén: “Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad”. (Miqueas 5,2).  Y así sucedió.

Es indudable que Jerusalén tiene un “algo especial” ante la mirada de nuestro Señor. Y a su vez Jerusalén representa lo que el hombre desea hacer y hace con el resto de los países, es decir, adueñarnos de lo que no nos pertenece.

En mi opinión es indudable que Jerusalén tiene un protagonismo hebreo y un origen también. El islamismo e inclusive el mismo cristianismo hicieron protagonismo en ella siglos después. Pero a diferencia del Islam que conquistó a espada y sangre, la integración del cristianismo a Jerusalén nace en Cristo, que siendo judío trajo la doctrina de salvación para judíos y gentiles (paganos).

El amor de Dios por Jerusalén evoca mucha nostalgia en las palabras de Jesús, a las puertas de la ciudad que viéndolo nacer también lo vería morir: “¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste!” (Mateo 23,37). Creo esa nostalgia expresada en Jerusalén hoy se expande en todo el mundo.

El judaísmo, una fe que debió reconocer en Jesús a su Mesías y no lo hizo (salvo los conversos) y el islam, una fe innecesaria que de la noche a la mañana se ha convertido en la religión mayoritaria del mundo.

Lejos de no reconocer los excesos que Israel haya cometido contra el pueblo Palestino y viceversa y a su vez reconociendo el evidente carácter injerencista de las potencias del mundo, en especial de Estados Unidos en muchos países del mundo que luego derivaron en comunismos férreos e inclusive en terrorismo, lo evidente es que Jerusalén, la pequeña muestra del mundo, es una ciudad santa que nuestro Salvador escogió de morada para iniciar su plan de Salvación.

Ya Jerusalén comprobó lo que es que su lugar sagrado no le quedara piedra sobre piedra. Jerusalén conoce de invasiones, sacrilegios, guerras y desgracias. Jerusalén hoy le grita al mundo las palabras del profeta Jeremías:

“Oh Jerusalén, tú eres mi hija hermosa y delicada,
¡pero te destruiré!
 Los enemigos te rodearán como pastores que acampan alrededor de la ciudad.
Cada uno escoge un lugar para que su tropa devore.
Ellos gritan: “¡Prepárense para la batalla!
¡Ataquen a mediodía!”.
No, ya es muy tarde; el día se acaba,
y caen las sombras de la noche”.
(Jeremías 6, 2 – 4)

Dios los bendiga, nos vemos en la oración.

Luis Tarrazzi
@luistarrazzi


lunes, 4 de diciembre de 2017

¿SANTA BÁRBARA O CHANGÓ?


Hoy 4 de diciembre se recuerda, sobre todo en la santería porque en el calendario oficial de la Iglesia fue removida como fiesta universal permitiéndose y respetándose el culto local, la fiesta de Santa Bárbara. Pero ¿quién es santa Bárbara?

La versión cristiana católica te dirá esto: “Según una antigua tradición, Santa Bárbara era hija de un hombre muy rudo llamado Dióscoro. Como ella no quería creer en los ídolos paganos de su padre, éste la encerró en un castillo, al cual le había mandado colocar dos ventanas, pero la santa mandó a los obreros a que añadieran una tercera ventana para acordarse de las Tres Divinas personas que conforman la Santísima Trinidad. Sin embargo, este acto enfureció más a su incrédulo padre, quien permitió que la martirizaran cortándole la cabeza con una espada. De esta manera, Santa Bárbara es representada con una espada, una palma (señal de que obtuvo la palma del martirio) y con una corona porque se ganó el reino de los cielos. La misma tradición señala además, que cuando Dióscoro bajaba del monte donde habían matado a su hija, le cayó un rayo y lo mató, y es por este hecho, que muchas personas rezan a la santa para pedir su intersección y verse libre de los rayos de las tormentas. En su sepulcro se obraron muchos milagros”. (Fuente: https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=361)

La versión NO cristiana (donde entraría la santería) usa solo el nombre de la santa, ya que en el trasfondo su imagen sería el capullo de otra deidad llamada Changó: “Changó, deidad del trueno es Santa Bárbara, que en las creencias católicas es representada con vestimentas rojas y espada. Señor dueño de la Justicia y la buena fortuna”. (Fuente:http://es.wikipedia.org/wiki/Santer%C3%ADa)

El sincretismo que se ha dado en torno a esta santa es espantoso, porque muchas veces se celebra con mayor pasión que la misma navidad y la fiesta de pascua de resurrección. Su festividad hacerla enmarcada en ritos de sacrificios, bebidas alcohólicas, amuletos, no es de Dios, es propio de la santería y la santería no es de Dios.

Recuerdo un caso narrado por el padre Rafael Troconis en su libro “la santería un desafío para nuestra fe” en donde narrada un exorcismo, con él como testigo, donde el demonio que poseía se llamaba Changó, y por eso él concluye en su libro que todas estas deidades eran demoníacas, insisto, no Santa Bárbara en sí, sino las deidades propias de la santería.

Y nadie que practique la santería con devoción y pasión puede confirmar el origen de estas deidades. Humanas no fueron porque no tienen biografía, nadie sabe dónde y cuando nacieron y dónde y cuándo murieron, pero tampoco pueden ser seres espirituales fuera de ser almas de humanos o ángeles. Porque así nos enseña la Iglesia y las Sagradas Escrituras. Dios solo creó al hombre con alma y, antes, a los ángeles de los cuales un tercio se alejó de Dios y hoy son demonios.

Los ángeles de Dios tienen prohibido venderse al mundo como deidades paralelas ya que estos están al servicio eterno de Dios. Los hombres nacimos para la eternidad y como señalé, ni Changó ni ninguna otra deidad de la santería tienen biografía. Por lo tanto solo quedarían los demonios que disfrazados en este culto buscarían recibir del hombre lo que por vía natural jamás recibirían, que es adoración y alejarnos del verdadero amor de Dios.

Participar en estas fiestas, como me lo aconsejó una vez un buen amigo sacerdote, no es prudente para ningún cristiano. Porque es una fiesta pagana y, como tal, nos haría parte, de forma activa o pasiva, de ese paganismo. Dios los bendiga, nos vemos en la oración.

Luis Tarrazzi
@luistarrazzi


sábado, 2 de diciembre de 2017

LA DEMOCRACIA YA NO ES LA SOLUCIÓN



Los seres humanos, en este juego de poder y de gobernar, se han paseado por diferentes formas de ejercicio del poder entre los cuales podría mencionar tres: Monarquía, Dictadura y Democracia.

Sobre esto ya he escrito en otra oportunidad (aquí y aquí). La democracia surgió como una solución (no moderna) que daba mayor participación al pueblo en la elección de sus gobernantes y también brindaba la posibilidad de que cualquier persona que cumpliera los requisitos constitucionales llegara al poder.

Pero ya vemos lo podrido que está este sistema. Países que tienen millones de habitantes desgastan años de sus siglos eligiendo siempre las mismas caras o los mismos partidos. Así la democracia se ha convertido, en mi opinión, en un viciado sistema de poder que facilita la corrupción.

El más reciente y bochornoso caso es el que vive el país de Honduras que ya tuvo que suspender hasta las garantías constitucionales porque su poder electoral aún no se decide a decir quien ganó. Entre un presidente en ejercicio que la Constitución le impide reelegirse pero la “justicia” de su país se lo facilitó y un animador de televisión.

Un continente que involutivamente se debate, en pleno siglo XXI entre derecha e izquierda, comunismo o capitalismo. ¡Qué vergüenza!

El mito de la democracia, que no resultó ser más que una utopía social, fracasó, y cuando como sociedad entendamos esto, superaremos la crisis de los cuellos blancos, los intocables, aquellos que se dan vida de reyes fuera del tiempo de las monarquías.

Hoy por hoy daría lo mismo meter en una gran caja todas las cédulas o documentos de identidad de los habitantes mayores de edad de un país, darle la vuelta tres veces, meter la mano y el que salga ser proclamado presidente que pasar por estos viciados y absurdos procesos electorales como el de Venezuela que maquillan ante el mundo un fundamentalismo súper ineficiente, anárquico y criminal, del cual como sociedad nos hemos vuelto cómplices.

La silla del poder se la dimos al mal, al demonio, y desde ahí se han sembrado los peores o antivalores. ¿Cómo superaremos esto?, ¿cuál es la propuesta de quien critica?

Solo pienso en Dios, en lo que invocamos en el Padre Nuestro: “venga a nosotros tu Reino”, y figuro una nación entera que sin ser Teocrática viva con la mirada puesta en Dios y en sus leyes. Así como una nación de Europa comienza a brillar, nación que vivió el fascismo y comunismo en un mismo siglo, llamada Polonia, y que veremos brillar más porque de ahí surgió uno de los santos más grandes que ha dado la humanidad: San Juan Pablo II.

Sí, la democracia ya no es el modelo a seguir. Quizás mis líneas no sean para este siglo XXI pero lo que sí es cierto es que un mundo que le pertenece a Dios y que fue invadido por el demonio solo me permite recordar la parábola de los viñadores asesinos. No debemos seguir perdiendo el tiempo de quiénes deben gobernar el planeta, porque Dios es su máximo gobernante. Debemos pensar en quiénes representan la voluntad de Dios en el mundo. Lejos estamos de ver a un gobernante como el Rey David, que con sus grandes desaciertos dio a Israel 40 años de prosperidad, fecundidad y seguridad. ¡Venga a nosotros tu Reino Señor!, nos vemos en la oración.

Luis Tarrazzi

@luistarrazzi

miércoles, 29 de noviembre de 2017

EDUCACIÓN PRESENCIAL EN VENEZUELA, ¿TIENE SENTIDO?



Es injusto comparar el pasado con el presente. En primer lugar porque cada tiempo tuvo sus propios desafíos y, segundo, porque el vertiginoso ritmo que llevan los dos últimos siglos de avances y cambios tecnológicos fomentan situaciones más complejas, de gran alcance y de rápido cambio que probablemente antes no se planteaban con tal magnitud.

Sin embargo, lo que sí debemos preguntarnos es si los métodos y dinámicas educativas actuales, como las que desarrolla el sistema educativo venezolano, están al alcance de detener los antivalores, moldear conductas, alimentar el intelecto y desarrollar potencialmente a los estudiantes. Quizás aquí veremos algunos signos de que no, en mi opinión muy personal.

Primero: Las clases presenciales de hoy, donde el alumno ocupa un espacio físico, propio, que le da la oportunidad de recibir una enseñanza de la mano de un especialista formado en un área, no son voluntarias. La experiencia en la parte educativa, y en esto me podrán confirmar o contradecir colegas en la labor docente, me enseña que el alumno en aula, sumergido en sus “prohibidos celulares”, distractores humorísticos, burlescos y con alta desmotivación en lo que respecta a la atención, no se sienten para nada interesados en los resultados aritméticos o literarios, filosóficos o científicos que emanen de estas aulas. Son alumnos con altos niveles de irritabilidad, que no sienten mucha admiración hacia el maestro y que solo, de forma transaccional, piden a cambio de su tiempo una calificación que les permita seguir avanzando.

Segundo: La contrariedad a la norma.  Temas como uniformes, vocabulario, tuteo a la autoridad, hablan en amplio espectro que la disciplina se convierte cada vez en una utopía para la enseñanza. Y como enseñan personas de nacionalidad asiática, sin disciplina la inteligencia no se desarrolla.


Tercero: El punto más álgido para mí de todo este asunto: cuando la carrera docente con las instituciones educativas pierden la esperanza en el resultado de su trabajo. Cuando educar se torna estéril. Cuando se siente que se pierde el tiempo y lo único que justifica y motiva a un docente es su relación salario – tiempo. Esto deteriora tanto la labor educativa que nos puede llevar a ser cómplices del cambio sostenido que hoy vive nuestra sociedad.

Cuarto: La familia. El joven que llega a un colegio lo hace con unos hábitos educados o maleducados adquiridos, primeramente, en sus familias, que si son disfuncionales, así sean constituidas (papá y mamá) o con la sola presencia materna o paterna, generan un impacto colectivo. Se nota como uno, dos o tres estudiantes pueden ser un factor agudamente disruptivos para el resto, sumado a la ausencia de programas de apoyo sancionatorio ministerial que separe estos focos que seguramente requerirán otras atenciones, trayendo como consecuencia un deterioro marcado del esfuerzo de educar.

Todo esto, a groso modo, es lo que me lleva a cuestionar el sentido presencial de las aulas. Porque el que entra a un aula, como concepto básico educativo, es porque desea aprender y a su vez esto implica el reconocimiento propio de su ignorancia. Una ignorancia que se debería ir reduciendo gracias a la atención que presto, a la información nueva que recibo o que quizás ya tenía pero de manera tergiversada. Por eso digo con cierta frecuencia que la fuente de la ignorancia es la soberbia.

¿Qué alternativa tenemos? Aunque pareciera un sarcasmo, todo pareciera indicar que llegarán los tiempos de la formación autodidacta a distancia, lo cual agudizaría el ya complejo modo de relación social que manejan nuestros jóvenes, pero entendiendo de que lo único que está motivando la ida a las instituciones educativas es el tiempo, es decir, reducir el tiempo que falte para recibir mi título de bachiller y comenzar a estudiar “lo que me interesa”.

El conocimiento en sí ya no es lo atractivo, sino la vida centrada en la moda, la música, el hedonismo y lo tecnológico. Quizás no estemos enfrentando a la extinción de escritores, poetas, novelistas, intelectuales de la lengua y el buen escribir, para pasar a una práctica y superflua generación de grandes habilidades, destrezas y relativismo. Pero teniendo siempre presente que los que gobernarán el mundo, las tendencias y las conductas serán aquellos que atreviéndose a pensar descubrirán el poder del saber sobre el poder del disfrutar. Dios los bendiga, nos vemos en la oración.


Luis Tarrazzi
@luistarrazzi

sábado, 18 de noviembre de 2017

CONOCE EL NUEVO SALUDO DE LA O.N.U.: ¡HEIL HITLER!


Los Nazis fueron los responsables de uno de los holocaustos más horrendos del siglo XXI y digo uno porque la realidad es que no fueron los únicos. El deseo del hombre de poder decidir sobre la vida de otros, de quiénes merecen vivir y quiénes no, de quiénes son superiores y quienes no, ha marcado el inicio de terribles calamidades  que sin duda avergüenzan la raza humana y son heridas que aunque cicatricen no se borran.

Es muy evidente, por lo menos así lo veo yo, que en las élites del poder hay una políticas muy marcadas en torno al control de la natalidad en el mundo y es que la tendencia ha sido de que año tras año la población mundial aumenta. Eso crea la idea de que los recursos finitos que tenemos pueden estar en peligro y que la vida debe ser regulada. Ante esta inquietud tres soluciones han aparecido: La anticoncepción, el aborto y la eutanasia.

Me sorprende como la Organización de las Naciones Unidas, uno de los entes que agrupa la mayor cantidad de países del planeta (no todos) ha realizado presiones muy fuertes para que, por ejemplo, el aborto sea legalizado.


Profetas de alta calidad han pasado por sus instalaciones anunciando los peligros de promover estas políticas asesinas de exterminio masivo. Solo por citar dos están Madre Teresa de Calcuta y Juan Pablo II. Las pretensiones del hombre por querer gobernarlo todo, incluyendo la naturaleza y la vida, año tras año son más preocupantes y al parecer sin límites. Así el siglo XXI se construye su propia vergüenza entre las cuales destacarán sus leyes pro muerte. El siglo XXI decide quiénes viven y hasta cuándo vivirán los que ya no “merezcan seguir consumiendo recursos”

Es una cachetada al Creador, un darle la espalda a Dios. Claramente la O.N.U. se ha convertido en los viñadores asesinos (Marcos 12,1-11). Pero ¿por qué?

El enemigo del mundo, de la vida y por ende de Dios es el demonio. Aunque muchos lo quieren mitificar o transformar en un símbolo del mal, este ser con alta inteligencia y una voluntad incansable de hacer el mal, ha conseguido la silla permanente en el consejo de la O.N.U. Hoy, aunque se pretenda utilizar la figura de la mujer (eterna enemiga del demonio) y de la misericordia ante el sufrimiento, lo cierto es que hemos reemplazado a Dios en los espacios políticos del mundo y por esto el mundo pagará sus consecuencias.

Todavía aplaudo los países que hacen cara a esto con firmeza. Resisten y aunque quizás con el tiempo cedan, esperemos que aquellos que logren mantenerse firmes sirvan de referencia positiva ante Dios para que este aplaque su ira ante la indiferencia de continentes que presumen su desarrollo a costa de la soberbia de sentirse como dioses.

Dios nos perdone ante el nuevo holocausto llamado: EL ABORTO.
Nos vemos en la oración.

Luis Tarrazzi
@luistarrazzi


sábado, 11 de noviembre de 2017

NOMBRES DE LOS PREDADORES SEXUALES DE HOLLYWOOD


Muchos se ofenden cuando se cuestiona el arte visual o al mundo de la actuación, como una digna profesión de vida. El solo hecho de actuar no debería traer mayores escándalos pero el giro que ha dado el mundo de la televisión o del séptimo arte en torno a la sexualidad y violencia explícita es contundente.

Ya de por sí ver a personas casadas besando “artísticamente” a otras personas que no son sus parejas sacramentales o civiles debía generarnos preocupación. Aunque con este comentario me pueda ganar el título de ortodoxo, arcaico o conservador, no sé a cuántos les agradaría ver a sus parejas besándose en una cama, semidesnudos o totalmente desnudos, todo por “trabajo” y por favorecer el entretenimiento.

El rumbo que han dado las novelas, las series, el cine y hasta el teatro no podía tener unas consecuencias diferentes a las que ahora empiezan a florecer en el mundo del cine más próspero y reconocido del planeta, el mundo de Hollywood.

Las tentaciones de por sí, en el mundo cotidiano, son a diario parte de la compañía de la vida, y así se den en escenarios controlados de cámaras y guiones, de escenas, seríamos muy cándidos de pensar que eso no genera alteraciones hormonales en quienes las viven más el consentimiento de pensamientos y deseos impuros.

Conocíamos casos de actores que se divorciaban y se volvían a casar y las razones eran muchas: infidelidad, alcohol, drogas, violencia. Pareciera que el tenerlo todo, materialmente hablando, genera un "tener nada" en el ser, un vacío en el alma, una pobreza existencial que en no pocos casos han derivado en suicidios.

Pero seamos justos. ¿Cuáles son los verdaderos predadores sexuales del mundo del cine? Acá veamos en dos pronombres personales la respuesta: Tú y yo.

El arte cinematográfico tomó este rumbo porque se hizo rentable, viable y masivamente consumible. Inclusive en lo más infantil o fantástico del cine, ya muchos héroes expresan una belleza corporal que estimulan el erotismo. Las prácticas sexuales sin compromiso, sin contenido, todo nos ha hecho tener una enorme viga en el ojo antes de señalar la paja que hay en el ojo de nuestro hermano.

Ahora no solo aparecen estos escándalos sino que  productores, hombres de poder, se les acusa de cobrar favores sexuales por el otorgamiento de buenos guiones. Aparecen casos de abusos sexuales en menores de edad o de acuso sexual pedófilo.

Sí, el cine ha sido el espacio perfecto, legal y natural que el demonio ha encontrado para estimular nuestros instintos más básicos y aquellos que desean ir más allá, recurren al no menor mercado productivo y multimillonario de la pornografía. Así, como el aborto “legal” no suena tan pecaminoso o la eutanasia que ofrece una “muerte digna” se percibe consoladora, el demonio avanza entre creyentes y los crecientes no creyentes. Todos somos responsables.

Hoy nadie se plantea un boicot al mundo del cine. Una protesta de que no veremos más películas por este escándalo. Algo que muchos sí hacen cuando sacerdotes son acusados de cosas similares, consiguiendo la excusa perfecta para abandonar la fe, la Iglesia y hasta Dios.

Por eso Jesús decía: “"«Ningún criado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.»" (Lucas, 16 ,13). Y Hollywood es un ejemplo de ello. No porque el mundo del arte visual sea malo, ya que este ha servido y sirve también como transmisor de hermosos valores y de correcta evangelización. El punto está es que el mundo que conduce a la fama, al dinero, al poder y a los placeres sin límites termina siendo el mundo donde a todos nos usan, actores y consumidores, y luego nos hacemos víctimas. Interesante reflexionar sobre esto, porque el tiempo de todos cada día se agota de cara a la eternidad. Cada día estamos más cerca del final de nuestras vidas y del comienzo de nuestra eternidad. Y en la eternidad viviremos lo construido en lo finito. Dios los bendiga, nos vemos en la oración.




Luis Tarrazzi

@luistarrazzi

sábado, 4 de noviembre de 2017

POEMA: LA OSCURIDAD DE MI AMANECER



Vivir en la oscuridad tanto tiempo me hace despreciar la luz. Tu primera luz, la que me mostraba el camino, no la pude ver, me incomodó la vista.
La oscuridad se hizo confort en mis pensamientos. No ver más allá de mi cercanía me ayudaba a no pensar en las consecuencias de mis decisiones.
Pero la luz tiene un poder único, disipa la oscuridad. Y aunque mis párpados querían seguir cerrados era imposible para mí avanzar sin ver. Busqué la sombra de alguien que brillaba con tu luz y esa sombra me protegía del calor, no de la luz. La oscuridad tiene fronteras y la verdad brilla dentro y fuera de ella.
La capacidad adaptativa de mis retinas se acomodó a la luz y aprendí a ver. Y la luz se hizo natural en mi vida. Cuando se iba sabía que era cuestión de paciencia para ver otro amanecer. Y en ese ciclo empecé a extrañar la luz en la oscuridad y a disfrutar la luz desde cada amanecer de tu perdón.
Amanece y verás la claridad que ocultaba la sombra de tus decisiones.

Dios los bendiga, nos vemos en la oración.


Luis Tarrazzi

jueves, 2 de noviembre de 2017

EL DEMONIO LE DA LAS GRACIAS FR. THOMAS G. WEINANDY


“He rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos”. (Lucas 22,32). Jesús dirigió esas palabras a Pedro, el que no merecía ser el líder de la Iglesia, el que lo negó tres veces, aquel que hablaba sin pensar, ese que pareciera que los impulsos siempre iban un paso delante de su razón, aquel a que Jesús también llegó a decirle, luego de darle las llaves del Reino de los Cielos: “apártate de mí Satanás”.

¿La Iglesia está en crisis Fr. Weinandy?, claro que lo está. En su historia nunca ha dejado de estarlo. Las herejías han ido y venido y ha sido la fuerza del Espíritu Santo la que la ha sostenido. La Iglesia está en crisis y usted con su carta pública lo ha demostrado. Inicia con un saludo casi creíble de respeto y fidelidad al Papa para luego acusarlo, sutilmente, de algo que dogmáticamente es imposible: de hereje. Pero cuando la obediencia, sobre todo a nivel de obispos y sacerdotes empieza a mostrar las costuras y usted trata de hablar, inclusive casi a nivel de toda la población católica, siento que me insulta.

El lenguaje del Papa es ambiguo, como lo fue el de Cristo. Porque quien habla desde el amor y extiende su mano a los alejados, golpea la vanidad de aquellos que se sienten superiores por defender la ley aunque no la practiquen con el mismo celo. Ese lenguaje personifica en hombres como usted al  hermano mayor del hijo pródigo, a los fariseos y saduceos que se horrorizaban por aquel que comía con prostitutas y publicanos, que le hacía milagros a centuriones y que convertía el corazón de Samaritanos.

Al Papa no lo puso usted ahí, ni yo, ni tampoco un sistema democrático o autoritario. Al Papa Francisco lo eligió Dios, conociendo sus pensamientos y las ondas heridas de la Iglesia que heredaba de Juan Pablo II y Benedicto XVI. Una exagerada ortodoxia que pone  la Ley por encima del amor de Dios, que señalaba pecadores pero alimentaba el pecado, a oscuras, con la colaboración de todos, clamando un cambio en la Iglesia. Un cambio de percepción, no de doctrina ni de mensaje. Hoy esas prostitutas, publicanos, centuriones, son los divorciados vueltos a casar, los homosexuales. Y la solución para ello no ha sido darles el acceso libre y sin conversión a los sacramentos. Esa duda es eso, duda. No ha sido una enseñanza, catequesis, encíclica u homilía del Papa. Ha sido su duda y la de algunos que leen el amor de Dios por artículos y no por actos de misericordia.

Fr. Weinandyn, la vergüenza no está en lo que ha surgido de Francisco; la vergüenza está en los obispos, muchos de ellos elegidos en papados anteriores (ver caso del Cardenal Kasper) que aprovechándose de esa cercanía misericordiosa del mensaje de Francisco, luz y reflejo del amor de Dios, han querido contaminar la verdad con falacias y herejías. ¿Ellos no merecerían también una carta pública?

Yo lo digo y lo sostengo, aunque suene repetitivo. El camino más seguro para estar en la Iglesia no son los libros, ni las leyes, es el Papado, el Magisterio, los Sacramentos, la Oración, La Prudencia. No en vano los dos mandamientos más importantes, según Jesús, contienen la palabra amor. Usted le ha seguido el juego a Satanás. Crear cizaña, dividir la fe entre percepciones liberarles o conversadoras. Usted ha clavado un clavo más en el cuerpo místico de Cristo y desde abajo le grita a Dios: “¡Si eres Hijo de Dios, sálvate a ti mismo y bájate de la cruz!” (Mateo 27,40). Usted ha ganado su día de fama, su trending topics. Pero mañana y pasado, hasta la parusía, la Iglesia terminará triunfante y sorprenderá saber que los que ayudaron a su permanencia, fuera de la asistencia divina fundamental, fueron aquellos que supieron estar del lado del que tenía las llaves, el que recibió la plegaria especial, el elegido de Dios. Dios lo bendiga, nos vemos en la oración.

Luis Tarrazzi
@luistarrazzi


lunes, 30 de octubre de 2017

¿MUEREN LOS PAÍSES?


¡Cuánto dolor gritó este mundo tan solo en el siglo XX!, gracias a ideologías extremistas, a dictaduras cruentas y a democracias corruptas. La opresión del hombre por el poder y los placeres derivados de este han hecho cosas tan horrendas que son casi increíbles de contar. ¿Por qué?

Uno de los factores que han servido de excusa para ello ha sido el falso patriotismo, ese que por defender fronteras y soberanías han puesto al país por encima de sus propios habitantes.

Un país es más que su  gente, así como un carro es más que su carrocería. Pero de nada le sirve al carro existir sin que exista un hombre que lo maneje. Los países son países porque así lo dispuso el hombre, no Dios. Sin el hombre, lo que hoy llamamos países terminaría siendo simplemente Creación de Dios, con el principal adjetivo que es repetitivo en el libro del Génesis: “Y vio Dios que era Bueno”.

Es difícil sostener respuestas bien argumentadas del por qué el hombre se empeña en auto destruirse. Pensamos en el pecado, en la tentación, en la concupiscencia. ¿Pero no habrá algo más?

Esta tendencia a delimitar para separar pero a la vez para apropiarnos de algo y que ese algo haya sido capaz de crear guerras y severos conflictos, no solo nos invita a cuestionarnos los sistemas políticos como tal, sino también nos invita a cuestionar nuestra noción de mundo. Países, fronteras, comunismos, capitalismo, revoluciones, luchas de clases, todo este se da como un cáncer dentro de un cuerpo, un espacio de tierra, al que llamamos comúnmente país.

Hasta el deporte se torna apasionado cuando internacionalmente derrotamos a naciones. Definitivamente Dios no creó los países.

Pensamos en el cielo, aquel lugar donde van los que fallecen y ahí no cabe un ideal con fronteras. No, el cielo no tiene países. Y quizás aunque hoy resuene como una utopía pensar que los países desaparecerán, sí les puedo asegurar que el Cristo que volverá triunfante marcará el fin de las fronteras, el acabose de las naciones. Los países morirán.

Luis Tarrazzi

@luistarrazzi

sábado, 21 de octubre de 2017

POEMA: INFIDELIDAD SIN SEXO

¿Cuántos, hoy, activaron tus sonrisas y no fui yo?
¿Cuántos, hoy, dirigieron la órbita de tu mirada hacia la pista facial de su identidad?
¿Cuántos, hoy, tocaron la ropa de tu dermis, saludando tus emociones?
¿Cuántos lograron hoy desviar tus pensamientos de mí?
¿Cuántos estimularon tus dudas, recordaron el abanico de tus opciones haciéndote viajar a tu pasado sin mí?
¿Cuántas palabas de elogio te hicieron pensar en las cosas que yo no te digo?
¿Cuántas atenciones llenaron mis desatenciones?

¡Pero volviste a mí!, luego de ese día de vivencias y riesgos, las llaves sonaron, la puerta se abrió y aún así, con esa carga de tentaciones volviste.

Me elegiste a mí y yo a ti. No me fuiste infiel, sencillamente reforzaste el amor  que nos juramos, en el desierto, y el demonio regresó con sus manos vacías.

 Luis Tarrazzi
@luistarrazzi

viernes, 20 de octubre de 2017

¿QUIÉNES VENCEN REALMENTE EL CÁNCER?



Año tras año surgen emotivas campañas, en especial con relación al cáncer de mama, que instan a las mujeres a no sentirse solas, a luchar por sus vidas, a vencer.

Todo lo que dé consuelo a un alma que sufre ¡bendito sea! Quienes hemos tenido personas cercanas que han padecido esta enfermedad sabemos lo duro que puede ser ese punto de inflexión donde pareciera que la batalla se dio pero no se triunfó. En mi experiencia cercana, tres mujeres y un hombre se han ido por esta enfermedad.

Al entender que se detecte temprana o tardía esta enfermedad, de todas formas todo se trata de probabilidades, la muerte siempre será “el coco” que acompañará a los que padecen este mal, no exclusivo de mujeres, no exclusivo de los senos.

Así, porque tengo la experiencia de decir “adiós” a quienes lucharon, supe que el triunfo sobre el cáncer no se obtiene nunca sobre el cuerpo, sino sobre el alma. El cuerpo con cáncer o sin cáncer morirá, pero el alma que ve la muerte como el gran puente para llegar a Dios, puede triunfar si el cáncer no le hace metástasis al único órgano espiritual: la fe

Donar un sufrimiento para expiar pecados propios o del mundo entero, dar testimonios de amor a Dios desde el dolor, agradecer la oportunidad de prepararnos para el encuentro con el amor mismo, o simplemente que se nos brinde la posibilidad de reflexionar sobre lo finito de la vida y la eternidad, le da un enfoque diferente a la muerte. A veces los enfermos de cáncer sufren más con el sufrimiento de quienes les acompañamos (difícil de disimular), que por la misma enfermedad.

Una sana catequesis sobre el dolor y la muerte daría una gran preparación para enfrentar esta batalla que cual ruleta nadie sabe a quién le tocará o cuándo llegará. Yo aplaudo a las luchadores por la vida, pero esta lucha si no protege la fe y el deseo de eternidad se volverá una lucha estéril, finita y en muchos casos con resultados frustrantes. Dios los bendiga, nos vemos en la oración.


Luis Tarrazzi
@luistarrazzi

miércoles, 18 de octubre de 2017

TODOS SOMOS CHAVISTAS



Antipático título para los que no somos chavistas. Pero es que aunque el chavismo es un fruto y no un árbol, una explicación sociológica basada en aguda demagogia política, facilismo y mediocridad, como en una familia con muchos hijos, con diferentes personalidades, el chavismo caló en el corazón de todos, para no pasar indiferente y perdurar en el tiempo. Aquí los tipos de chavistas a ver con cuál te identificas tú:

Los que odian al chavismo: Uno de los frutos del chavismo fue la división, separar un país hasta el punto de que extremos se odien a muerte, que deseen que el otro no exista, que disfruten con sus muertes o las muertes de allegados.

Los que el chavismo entristeció: La excesiva y justificada desesperanza que tienen muchos venezolanos es otro fruto del chavismo. Casi que hasta el punto de renegar de Dios y sentir que este país se murió. Que acá solo será feliz quien se logre ir.

Los sabios del anti chavismo: Son los que explican todo lo malo que pasa, culpabilizan a propios y extraños, a los políticos, a los que no votan, a los que votaron pero se arrepintieron. Son los que critican todas las vías pero no proponen ninguna y si proponen se unen al cuarto tipo de chavista:

Los guerreros antichavistas de pantalla: Son los que mandan a todo el mundo a salir a las calles, a matarse, a saquear, a incendiar el país, pero al final cuando esto ocurra, si ocurre, de manera bien violenta y aguda, correrán a sus casas a encerrarse a ver la televisión y hacer un recital de exclamaciones: “¡Ay Dios mío!, ¡válgame Dios!

El común denominador en Venezuela es que los chavistas adeptos y los antichavista se unen en emociones encontradas alrededor de una misma corriente: el chavismo.

Eso es lo que precisamente ha mantenido vivo este régimen. ¿Es increíble que hayan ganado 18 gobernaciones?, por supuesto que lo es, pero ¿no será más increíble que todavía, 18 años después, todos los partidos opositores tengan que seguir “unidos” para tratar de derrotar a un único partido chavista que todavía es una fuerza social, abusiva, demagógica, pero existente? No son mayoría, en eso estamos claros, pero son y el hecho de ser implica que el mejor antídoto para derrotar este régimen es sacarlo de nuestras propias emociones, privadas, donde solo entramos nosotros.

No te dejes robar la felicidad, el amor de familia, tu paz y tu fe en Dios, porque como decía Santa Teresa de Jesús:

Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.

Dios los bendiga, nos vemos en la oración.

Luis Tarrazzi
@luistarrazzi






lunes, 16 de octubre de 2017

FELICITACIONES NICOLÁS, OTRO TRIUNFO MÁS

Mucho me costó pensar para darle un título a este artículo. ¿Para qué escribir sobre este tema?, ¿qué más se podría decir?, ¿quién estaría interesado en leerlo, sobre todo con rabia en sus emociones?

La mayoría de mis escritos tratan de tener un rol evangelizador y por eso los vinculo con citas bíblicas. Es que la vida de Cristo da para todo, inclusive para abordar temas políticos, tan agudos y tan complejos como el venezolano.

El ejercicio del poder tiene algo tan místico que ambos lados de la eternidad, el bien y el mal, buscan influir en él. Sin ánimos de comparar las fuerzas de Dios con las fuerzas del demonio, sin duda ambas partes se ven limitadas, la primera por decisión y la segunda por autoridad divina, a respetar el libre albedrío. Por ello su capacidad es de influir para gobernar, no de gobernar directamente.

Yo cuando veo sistemas de gobierno como el que hoy gobierna Venezuela, que lo tildaré de inédito, porque aunque algunos lo llamen dictadura, otros cándidos democracia y otros autocracia, no puedo dejar de recordar el poderosísimo imperio Romano, cuya data desde su fundación como nación hasta su caído post era cristiana fácilmente superaría los 1000 años (como imperio probablemente la mitad de ese período).

Cristo le tocó vivir en pleno Imperio Romano. Yo imagino que era tanto lo que los judíos, en especial los Celotes, invocaban el poder del Altísimo para castigar y barrer a Roma de sus tierras, que cuando llegó Jesús a anunciarse como el Mesías muchos sentirían decepción, fraude o sencillamente que este no podía ser el Rey esperado. Jesús se involucró tanto en el corazón humano, en la conversión, que parecía que el imperio Romano no le incomodaba. Cuesta conseguir unas líneas en los evangelios que estén dirigidas directamente a Roma. Diferente cuando ya San Pablo, en el Capítulo 1 de la Carta a los Romanos sí hace una durísima crítica a la forma de vida de este imperio.

Lo triste son las generaciones que nos ha tocado vivir esta forma de gobierno. Se te puede ir la vida tomando la decisión entre quedarte en el país o irte, entre esperar el cambio y que el cambio nunca se dé. Debes debatirte entre dejar a tus padres, hermanos, amigos, por irte, cual familia de Nazaret, huyendo de Belén a Egipto, solo con tu mujer y tu(s) hijo(s), con la recomendación de no voltear atrás, no por convertirte en piedra como le pasara a la esposa de Lot, sino por hacer menos dolorosa la huída.

Pero Cristo, nuestro Dios, como en la barca y la tormenta, pareciera nunca perder la calma, y nos dice una y otra vez: “Hombre de poca fe”.

El chavismo socialista – comunista – de izquierda radical ha sido una aplanadora política y la democracia les ha dado legitimidad nacional e internacional. Se culpa a la gente de no protestar, de no salir a las calles a terminar con esto. Pero siendo justos aquí se ha hecho de todo. Se probaron las vías electorales, se probó con dosis de violencia que costó la vida de venezolanos, se probó tentando a las Fuerzas Armadas a levantarse y todo ha fallado. ¿Por qué?, mi explicación es que la sociedad venezolano jamás se preparó, porque era inimaginable, para enfrentar semejante Goliat
  
Lo he denunciado muchas veces. Primero debemos evaluarnos como sociedad. ¿Qué queremos, qué aspiramos, que buscamos, qué Dios adoramos? Queremos un cambio y está bien quererlo, pero ¿qué le ofrece ese cambio a la providencia?, ¿sacamos corrupción y narcotráfico y con ello le daremos entrada a la muerte del aborto, la eutanasia, la distorsión de los conceptos de familia, la idolatría, etc? Roma no cayó por invasiones, ese fue el fruto de enormes vicios y descomposiciones sociales que ya rayaban en lo dantesco. Roma se debilitó tanto desde dentro que fue presa fácil para lo que ellos llamaban bárbaros.

Nos hemos llenado de odio, división, nos han querido quitar la alegría, el amor, la camaradería, la hermandad, la paz. Tenemos malos políticos, algunos quizás luchadores, entregados (nunca desinteresados), pero sin duda ineficaces porque la eficiencia política se mide por resultados, no por intenciones o buenos deseos.

Por todo lo narrado yo quisiera permitirme comparar al chavismo con Pilatos, ese Pilatos que lleno de ego y poder le dice a Jesús: “¿No sabes que tengo poder para soltarte, y que tengo poder para crucificarte?” Juan 19, 10. A esto le imagino un rostro de Jesús calmado, preciso y contundente que replica: “Ninguna autoridad tendrías sobre mí si no se te hubiera dado de arriba” Juan 19,11. Sí, el chavismo gobierna con poder y autoridad porque le es permitido de lo alto. Pero ese poder de lo alto no es chavista, menos opositor. No nos confundamos. Dios es Dios, y ojalá cuando sea que toque la salida de este gobierno no vayan al mismo pozo de desecho los que odiaron desde el poder con los que odiaron desde el deseo de cambio.

“No temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno”.
Mateo 10,28

Dios los bendiga, nos vemos en la oración.


Luis Tarrazzi