jueves, 4 de mayo de 2017

FRANCISCO ¿Y VENEZUELA?


Un papado de polémicas, sin duda, que ha fracturado la percepción positiva de aquel cardenal argentino que cuando aceptó el cargo de sentarse en la silla de Pedro pidió a los presentes en la plaza y a los televidentes del mundo: “Recen por mí”. Su aparente humildad y sencillez al hablar, como pastor de parroquia, capturó de inmediato el corazón del mundo católico y no católico. Se veía como un portador de paz, de encuentro, de diálogo.

Sin embargo hoy desde mi país (Venezuela), viviendo lo que ya se podría catalogar de sangrienta lucha por los derechos civiles, las libertades democráticas y la mejora de las condiciones de vida, se ha dado una fracturado en torno a Francisco. Memes duros, muy duros, caricaturas, lo llamaron “traidor”, “pro gobierno”, “nos dio la espalda”, “comunista”, etc; esto derivado de las siguientes declaraciones que hizo en su viaje de retorno de Egipto, en la ya acostumbrada rueda de prensa que da:

“Hubo una intervención de la Santa Sede bajo pedido fuerte de los cuatro Presidentes que estaban trabajando como facilitadores. Y la cosa no resultó. Y quedó ahíTodos conocemos la difícil situación de Venezuela, que es un país al que yo quiero mucho. Y sé que ahora están insistiendo, no sé bien de dónde, creo que de los cuatro presidentes, para relanzar esta facilitación y están buscando el lugar. Yo creo que tiene que ser con condiciones ya, condiciones muy claras. Parte de la oposición no quiere esto. Es curioso, la misma oposición está dividida, y por otro lado parece que lo conflictos se agudizan cada vez más. Pero hay algo en movimiento. Estuve informado de eso, pero está muy en el aire todavía. Pero, todo lo que se puede hacer por Venezuela hay que hacerlo, con las garantías necesarias, sino jugamos al “tin tin pirulero”, y no va la cosa”.

Entender estas palabras desde un contexto político, humano, de líder de estado, sin profundizar en el significado salvífico de ser el Papa, hay que leerlo en un contexto, para mí, cargado de profundos cuidados e inclusive diría ondas hipocresías, que sería el lenguaje de la diplomacia. La Iglesia no es ajena, en su historia, a este tipo de discursos ya que San Pablo, en Grecia, en el areópago de Atenas, pronunció un discurso muy bello pero de gran esterilidad pastoral. Con ese rotundo fracaso San Pablo comprendió que al pan se le debe llamar pan y al vino – vino, con esto la realidad es que Atenas era una civilización culta, muy creyente pero profundamente idólatra; una esponja para aceptar cuanto credo y fe les llegara, algo así como creer en todo por si acaso. Eso explica aquella gruta vacía que decía: “al dios desconocido”, al por si acaso.

La oposición venezolana, de la cual no oculto decir formo parte, esperaba del Papa Francisco una reacción más clara en torno al gobierno venezolano. Un llamado al cese de la violencia, un gesto de cercanía con los que sufren heridas o pérdidas brutales de seres queridos, un reconocimiento de que este gobierno ya está montado en el potro de los dictadores. Pero ¿sería sabia una declaración así? Cuando Pio XII le tocó vivir la segunda guerra mundial con los Nazis como principal enemigo del mundo, las personas lo acusaron de pro nazi porque no se pronunciaba con firmeza en torno a Hitler. Él, con esa cruz de enemigos y jueces avanzó en dos planos fundamentales (como se deberían dar estas luchas): desde la oración al único Dios verdadero y desde la ayuda sigilosa pero efectiva que salvó vidas humanas. Porque de haberse pronunciado frontalmente contra los nazis ¿no hubiese sido el número de muertos católicos similar al de los judíos?

Si Francisco habla frontalmente contra este gobierno, con los colectivos armados que andan en las calles, militares desquiciados disparando bombas a quema ropa, ¿cuáles serían las consecuencias para consagrados y feligresía, templos, santuarios y lugares de encuentro para la oración?

Este peine lo conoce bien el principal enemigo de Dios, el demonio. Y está logrando profundizar la irracionalidad maligna en el gobierno y el odio irracional en factores de la oposición que sí está dividida y que sí carece de un liderazgo convincente, que unifique la lucha y la guíe. Ese peine, todo el que critica al Francisco duramente lo pisó, lo cual sembró, para el futuro: rechaza al papado, a la Iglesia y a la fe. ¡Todo un triunfo infernal!

El Papa no puede hablar de otro cosa que no sea: conversión, diálogo y encuentro. Y esto porque si Francisco emana “indiferencia” desde su cargo, Cristo fue mucho más apático contra el imperio romano. Yo, más que acusar a Francisco de traición ¿por qué no acusamos a Dios de indiferencia, de desprecio, de dejar correr horas y días este mal que él sí tiene el poder de acabarlo con un chasquido de dedos? Dios sería el culpable porque fue él el que nos dio este Papa y es su silencio más notorio que el de Francisco que tampoco llegó a decir: “En Venezuela no está pasando nada”.

Pero es que Dios no pareciera estar claro de qué queremos los venezolanos. ¿Salir del gobierno?, Ya salimos de Chávez y ¿qué pasó con aquel refrán popular que dice: “Muerto el perro se acaba la rabia”? En Venezuela no se ha incorporado masivamente a Dios en esta lucha como el pueblo de Nínive entero lo incorporó para evitar su propia destrucción. Aquí el que se instaló y nos mueve es el demonio. Dividiéndonos, enfrentándonos, matando nuestra fe. No, la culpa no es de Francisco, la culpa es de Dios. (sarcasmo)

Y es bueno que tengamos eso claro porque aquí finalizo con un análisis en torno al papado. Soy un fiel defensor del papado, en esto carezco de objetividad. Creo en el papado como un dogma. Ni lo cuestiono, ni lo critico. Lo malo prefiero colocarlo en oración y lo bueno agradecérselo a Dios. Cristo, próximo a ascender a los cielos dijo a Pedro: “He rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos” (Lucas 22,32); y amparado en esa intercepción, que a mi entender recae en el cargo más que en la persona, me pregunto: ¿dejó Jesús de orar y proteger el papado? Yo opino que no.

Puedo entender los niveles de desesperación que tenemos la mayoría de los venezolanos al sentir el país se nos cae pedazos. Al ver el cinismo, la mentira y la opresión, la carencia de justicia, de respeto y la gran anarquía que recorren nuestras calles. Pero si seguimos haciendo juego a la crítica, a la división y al a sequía espiritual atornillamos, no al gobierno, al odio. Gobiernos pasan pero el odio queda. La expectativa en Jesús para los que luchaban contra roma era que sería el líder de los celotes (guerrilla judía contra el imperio) y luego se transformaría en el Rey, hijo de David. No fue así y decepcionó. Jesús no derrotó al imperio ni luchó contra él. Pasarían como tres siglos para que este imperio cayera hundido por sus propios pecados. Pero Jesús trajo una misión mayor, más difícil: Derrotar el odio y el pecado de nuestros corazones. Solo en él y con él ganaremos esta lucha. Esta batalla, como diría San Pablo, es espiritual. Quien no lo vea así, con mucho respeto se lo digo, está batallando en las ardientes calles del infierno para darle, en ambos caso, el poder al mismo líder: El Demonio. 

Dios los bendiga, nos vemos en la oración.

Luis Tarrazzi



3 comentarios:

  1. Excelente reflexión,pero en Francisco hay claros hechos históricos que denotan su inclinación, tendencia o favoritismo a la izquierda, por no decir al mal.
    En vaticano atiende a los representantes del mal (victimarios) y nos las víctimas, en Cuba se reúne con los victimarios (Castros) y no con las víctimas, agreden y detienen a su lado disidentes y voltea la mirada, no dice una palabra en contra de la tiranía. Apenas llega a tierra de libertad y arremete su crítica contra el candidato pro-vida y el muro.
    Francisco qué pena!

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  2. Muy bien escrito, si tienes la razón, entonces el beato Oscar Arnulfo Romero en su tiempo, y en el nuestro la Conferencia Episcopal Venezolana y todos sus Obispos, sucesores de los apóstoles, mordieron el "peine del demonio", por lo que harías bien en mandarles esta reflexión. Recuerda que la infabilidad del Papa no se aplica a todo lo que dice... Saludos

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  3. Al pan pan y al vino vino, hubiese dicho el diálogo no resultó porque el gobierno no cumplió las promesas, no cumplió con las condiciones con las que se fue al diálogo, y para otro diálogo habría que hacer ver al gobierno de Maduro que primero cumpla lo que prometió en el primer diálogo, esas serían las "nuevas condiciones muy claras". La oposición está dividida en opiniones , en maneras de enfrentar el problema, pero está muy unida en el objetivo más que claro de que el régimen no sirve y de que hay que hacer un cambio de gobierno, lo que además piden el 80% de los venezolanos, los reacios al diálogo son los que ven en facilitadores o mediadores una función inútil, no se trata de "observar" el diálogo, se trata de una participación activa, de involucrarse responsablemente e imparcialmente para obtener resultados. ¿Oposición dividida? También en la curia romana hay "divisiones" pero nadie se los dice, se resalta la unión de la Iglesia Católica en su esencia.

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