martes, 1 de marzo de 2016

LOS TUMORES DE LA DEMOCRACIA, COMO EL DE VENEZUELA





LOS TUMORES DE LA DEMOCRACIA, COMO EL DE VENEZUELA

La mayor evidencia de que el poder no debe residir en el pueblo la ha dado Venezuela. El poder, hasta en su figura más despótica, tiene una fuente divina, un origen en Dios. Así Cristo se lo hizo entender a Pilatos cuando señaló: “Tu no tendrías poder sobre mí si no te hubiese sido dado de lo alto”.

Venezuela es la mayor prueba de las grietas que pueden derivar en una democracia, la cual bajo el amparo de dos palabras como: "Legitimidad y Soberanía" es capaz de darle el poder a lo peor de una sociedad. Lo peor no lo determina la clase social, lo determinan los antivalores.

Superamos épocas de reyes y dictaduras y  todos vimos en la democracia el sistema más perfecto de representación ciudadana. Creo ya es tiempo de superar la democracia sin volver a atrás. Que Dios nos mande esas personas con visión de futuro, adelantadas a sus tiempos, que construyan ideales del ejercicio de poder centrados en Dios con mística de servicio; sin que esto se entienda tener al clero gobernando, porque esta cercanía de la Iglesia al poder ya la vivió la humanidad, entendiendo el magisterio que su misión pastoral transciende lo político. Esta labor que expreso es para laicos, no de consagrados.

Pero este desenmascaramiento democrático ya tiene sus imperfecciones en otras naciones, cada una con sus gravedades morales. En democracia se han legitimado abortos, uniones civiles homosexuales, eutanasia, perdonado a conveniencia delitos a corruptos, negociado con narcotraficantes, descompuesto sistemas judiciales, jugado a diálogos de paz con guerrilleros, perseguido a disidentes y periodistas, entre otras cosas.

En democracia el difunto ex presidente de Venezuela Hugo Chávez logró legitimar un atentado contra los mismos principios democráticos, tal como: la alternancia en el poder, al lograr “legalmente” hacer que su opción presidencial fuese ilimitada. Proceso para el cual la naturaleza dio una respuesta clara cuando la muerte le recordó lo finito de nuestra existencia. En un falso proceso democrático (aunque reconocido internacionalmente como dictadura) los Castro cubanos gobernaron hasta que les dio la gana y eso no impidió que el tiempo les permitiera compartir visitas y amistades con presidentes “democráticos”. Tanto así que, siguiendo los Castro en el poder, su principal enemigo y sancionador, que se jacta de enarbolar la bandera de la libertad y democracia, como lo son los Estados Unidos, ya poco a poco retoman relaciones comerciales, políticas, económicas y hasta sociales.

Sí, la democracia es permeable a todo, pero más al mal. Porque si algo tiene muy claro la democracia es que Dios es una opción, no una verdad obligatoria. Los países, como presiona España, deben ser laicos y Europa entera compró la tesis del laicismo. La democracia no detiene el mal, lo acomoda. Pero en democracia se insiste en decir “el poder reside en el pueblo”.

Si la Iglesia fuese demócrata ya no existiría. Si Dios fuese un demócrata ya el diablo le hubiese ganado el trono divino. Si la verdad fuese una suerte de votos la mentira, con su gran variedad de opciones, ya hubiese sido la triunfadora. Si el pueblo de Israel en tiempos de migración Egipto – Canaán, hubiese clamado una democracia a Moisés todavía estuvieran caminando en círculo por el desierto.

La democracia resultó ser una gran utopía social, el sueño irrealizable pero creíble, el disfraz que viste a lobos de corderos con lenguaje diplomático. La democracia resultó ser como el comunismo, la teología de la liberación, el socialismo: una bandera de sueños vacíos que se hace cómplice de lo que juran defendernos.

La democracia hace fáctico que un ex golpista, ex narcotraficante, que un ex delincuente, etc, llegue al poder con el simple apoyo popular. La democracia se nutre de medios de comunicación quienes prácticamente nos dicen por quién votar, ¿O es que alguien duda que el éxito de campaña del que goza Donald Trump tiene su causa en su difusión mediática?

Dios observa y calla. Pero no callará para siempre. Porque como en la parábola de los viñadores asesinos muchos políticos se creen y sienten dueños del poder, muchos magistrados, congresistas y presidentes se sienten amos de su cuota de poder. Pero no, el poder reside en Dios y el pueblo debe obedecer a ese Dios que estableció reglas claras, inmutables, eternas.

Francamente quisiera tener una solución que supere el tema de la democracia sin volver a los tiempos de reyes y dictadores pero debo ser honesto y confesar que no veo esa opción. Quizás hoy muchos trabajan para encontrar la cura a enfermedades, para superar el calentamiento global, para luchar contra el hambre y la violencia, pero quisiera saber si alguien se está preguntando como superar el drama de la democracia que nos pone en vilo en cada escogencia, que nos hace escoger entre las opciones menos malas, menos corruptas, menos deshonestas.

La democracia fracasó, Venezuela lo ha dejado claro. Porque un sistema de poder que permita aberraciones legales e institucionales, que desconoce lo legítimo y hace legítimo lo ilegítimo ya no merece ser parte del camino para gobernar. Amanecerá y veremos. Dios los bendiga, nos vemos en la oración.

Lic. Luis Tarrazzi

1 comentario:

  1. De todos los sistemas es el menos malo y el más perfectible. Gracias a la democracia se produjo un avance impresionante en materia de derechos humanos. No es la democracia la que falla y la culpable de nuestros males, sino el mal que habita en cada uno de nosotros. Si Dios mismo, conociendo nuestra condición, no sólo nos hizo libres, sino que siempre ha respetado la libertad del hombre, porque esa libertad es condición necesaria, imprescindible, para que el hombre sea capaz de amar, y en consecuencia capaz de Dios. "El amor es hijo de la libertad". Siempre he sido crítico cuando las palabras que Cristo pronunció dirigidas a una persona en particular, en una situación específica, se "universalizan" y se aplican a toda clase de personas y situaciones. Si "A los gobernantes los elige Dios", no creo que entonces sea relevante el sistema que utiliza, ya que entonces no serían los votantes quienes le otorgan el poder a un ciudadano, sino Dios a través de ellos. En teología se distingue la "voluntad activa" dd Dios, de su "Voluntad pasiva"o permisiva. No importa lo que haga el hombre, Jesucristo Es El Señor de la historia. Nosotros jugamos nuestras cartas, y el juega las suyas, no hace falta decir quien gana el juego. Mi reflexión final es que simplemente cosechamos lo que sembramos: 30 años atrás a nadie le interesaba la política, (la búsqueda dél bien común), cada quien vivía para si mismo, porque las instituciones de gobierno, mal que bien, hacían su trabajo de gobernar. Cuando la renta petrolera se hizo insuficiente para mantener un nivel de vida artificial, la mayoría de los venezolanos se rasgaron las vestiduras y buscaron chivos expiatorios, para terminar eligiendo a un "mesías" y venderle su alma al diablo por el perdido plato de lentejas. Denuncia del pecado y llamado a la conversión, esa es la unica "salida". ¡Saludos! CYMA 81

    ResponderEliminar