Antipático título para los que no
somos chavistas. Pero es que aunque el chavismo es un fruto y no un árbol, una
explicación sociológica basada en aguda demagogia política, facilismo y
mediocridad, como en una familia con muchos hijos, con diferentes
personalidades, el chavismo caló en el corazón de todos, para no pasar
indiferente y perdurar en el tiempo. Aquí los tipos de chavistas a ver con cuál
te identificas tú:
Los que odian al chavismo: Uno de los frutos del chavismo fue la
división, separar un país hasta el punto de que extremos se odien a muerte, que
deseen que el otro no exista, que disfruten con sus muertes o las muertes de allegados.
Los que el chavismo entristeció: La excesiva y justificada
desesperanza que tienen muchos venezolanos es otro fruto del chavismo. Casi que
hasta el punto de renegar de Dios y sentir que este país se murió. Que acá solo
será feliz quien se logre ir.
Los sabios del anti chavismo: Son los que explican todo lo malo que
pasa, culpabilizan a propios y extraños, a los políticos, a los que no votan, a
los que votaron pero se arrepintieron. Son los que critican todas las vías pero
no proponen ninguna y si proponen se unen al cuarto tipo de chavista:
Los guerreros antichavistas de pantalla: Son los que mandan a todo
el mundo a salir a las calles, a matarse, a saquear, a incendiar el país, pero
al final cuando esto ocurra, si ocurre, de manera bien violenta y aguda,
correrán a sus casas a encerrarse a ver la televisión y hacer un recital de
exclamaciones: “¡Ay Dios mío!, ¡válgame Dios!
El común denominador en Venezuela
es que los chavistas adeptos y los antichavista se unen en emociones
encontradas alrededor de una misma corriente: el chavismo.
Eso es lo que precisamente ha
mantenido vivo este régimen. ¿Es increíble que hayan ganado 18 gobernaciones?,
por supuesto que lo es, pero ¿no será más increíble que todavía, 18 años
después, todos los partidos opositores tengan que seguir “unidos” para tratar de derrotar a un único partido chavista que
todavía es una fuerza social, abusiva, demagógica, pero existente? No son
mayoría, en eso estamos claros, pero son y el hecho de ser implica que el mejor
antídoto para derrotar este régimen es sacarlo de nuestras propias emociones,
privadas, donde solo entramos nosotros.
No te dejes robar la felicidad,
el amor de familia, tu paz y tu fe en Dios, porque como decía Santa Teresa de
Jesús:
Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.
Dios los bendiga, nos vemos en la oración.
Luis Tarrazzi
@luistarrazzi
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