martes, 28 de agosto de 2018

SANTA SEDE CENSURA AL PAPA FRANCISCO: HOMOSEXUALIDAD Y PSIQUIATRÍA



Comenzaré diciendo esto: para predicar la verdad al mundo no se le puede tener tanto miedo a las opiniones del mundo

En sus acostumbradas ruedas de prensa que el Papa Francisco da en sus vuelos papales surgió una pregunta: “¿qué le diría (el Papa) a un papá con un hijo homosexual?”. El Papa Francisco respondió esto:

“Tu pregunta es clara: qué cosa le diría yo a un papá que ve que su hijo o su hija tiene esa tendencia. Primero diré rezar, reza. No condenar. Dialogar. Entender, hacer espacio para el hijo y la hija, hacer espacio para que se exprese. Luego, en qué edad se manifiesta esta inquietud del hijo, es importante. Una cosa es cuando se manifiesta de niño porque hay muchas cosas por hacer con la psiquiatría o para ver cómo son las cosas; y otra cosa es cuando se manifiesta después de los 20 años o algo así…”

Pero este lunes el Vaticano publicó en italiano la versión oficial de la rueda de prensa, en la que retiró la palabra «psiquiatría» de la respuesta del Pontífice, dejando la respuesta así:

«Tu pregunta es clara: qué cosa diría yo a un papá que ve que su hijo o hija tiene esa tendencia. Yo le diría antes que nada rezar: reza. No condenar, dialogar, entender, hacer espacio al hijo a la hija. Hacer espacio para que se exprese. Luego, ¿en qué edad se manifiesta esta inquietud del hijo? Es importante. Una cosa es cuando se manifiesta de niño, cuando hay tantas cosas que se pueden hacer, para ver cómo son las cosas; otra cosa es cuando se manifiesta después de los 20 años o algo así».

San Pablo, en Atenas, conoció las consecuencias de predicar bonito y diplomáticamente cuando trató de poner a convivir al Dios verdadero dentro de la gruta “al dios desconocido” junto con los otros ídolos atenienses. ¿Cuántas Iglesias logró fundar Pablo en Atenas?, Cero es la respuesta.

La homosexualidad, como preferencia sexual a personas del mismo sexo, si bien podríamos estar claros no es una enfermedad desde el punto de vista biológico, es decir, la homosexualidad no se contrae como una gripe o se produce como un cáncer, sí es un conflicto entre lo biológico - funcional de la especie con la atracción o deseo sexual que se tenga por personas de tu mismo sexo. El sexo, como se enseñaba antes, es diferenciado (hombre o mujer) y determinante (no se puede cambiar esa realidad: XX o XY).

Si maquillamos las palabras del Papa, ¿qué deberíamos hacer con estas frases de San Pablo?; ¿borrarlas de la Biblia?

a) “¡No os engañéis! Ni impuros, ni idólatras, ni adúlteros, ni afeminados, ni homosexuales, ni ladrones, ni avaros, ni borrachos, ni ultrajadores, ni explotadores heredarán el Reino de Dios” (1 Corintios. 6, 8-9)

b) Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío.
(Romanos 1,26-27)

Aclaro algo y más cuando uno es padre de familia. No se trata de uno juzgar ni de decirle a una persona homosexual que está condenada. Pero tampoco podemos caer en el absurdo de naturalizar el tema como si solo el amor de Dios bastara para salvarnos. Aquí se trata de salvación no de acomodo al mundo, no de hacernos sentir bien. Si la beata Ana Catalina Emmerick, que en mi entender es una gran santa y mística, al final de sus días se reconoció una gran pecadora, la condición del resto de nosotros no creo pueda ser superior a la de ella y muchos otros santos que predicaron la sana doctrina.

La Iglesia se está quedando sin feligresía, sí, eso es cierto. Cada vez son menos los que abrazan esta fe católica y otros hasta recogen firmas para renunciar a ella, como en Argentina. Pero no por ello vamos a buscar estar bien ante los medios o ante el mundo. Se predica con la verdad recibida, con la autoridad apostólica. ¡Qué pensaría San Pablo de tanto relativismo!, quizás parafraseando el libro del Apocalipsis (3,16) nos diría: “a los tibios los vomito” Dios los bendiga, nos vemos en la oración.

Luis Tarrazzi
@luistarrazzi


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