Si bien ya podemos decir que lo que Venezuela vive es algo inaudito, malignamente inaudito, los venezolanos y demás habitantes de esta
tierra bendita hemos sido una y otra vez doblegados en los caprichos idealistas
de un sistema político que naufraga en sus decisiones con el único fin, al
mejor estilo cubano, de perpetuarse en el poder.
Los venezolanos de forma adaptativa, quizás por la falta de
un liderazgo claro y coherente, nos hemos ido acoplando a las decisiones
económicas, políticas y de impacto social que nos han ido dando. Así cuando se
trató de sacar provecho al control de cambio se hizo, cuando se trató de
expropiaciones muchos empleados de esas empresas lo aplaudieron, cuando se trató de un carnet de la patria que
da acceso a beneficios económicos y sociales se hizo, cuando nos limitaron
el retiro de efectivo a una cantidades realmente risibles nos acoplamos; y ahora, con esta última medida que marca una devaluación del 5.900% y tras la cual no
pocas empresas se verán obligadas a reducir considerablemente su personal o
cerrar, ¿qué reacciones podríamos esperar de parte de los empleados?
Yo digo que en Venezuela nadie es tan chavista como cuando se
trata de defender sus derechos y entrar en confrontación con patronos o
arrendatarios. Ahí sacamos las uñas para denunciar y humillar. La apuesta por
trabajar en lo público perfila una estatización sistemática con la venia del
pueblo y ese, para mí, es la gran trampa del comunismo. Por eso, para quienes
lo quieran tomar, daré algunos consejos a los empleados del sector privado
venezolano:
1) Dialoguen primero con sus patronos: Esperando que los patronos no sean cuadrados en sus
pensamientos es más que lógico pensar que las empresas necesitarán por lo menos
el mes de agosto y parte de septiembre para comenzar a considerar pagar este
grosero ajuste salarial; el cual, para quienes se verán nivelados a salario
mínimo, requerirá de otros incentivos como bonos, cesta de alimentos, días
libres, etc.
2) Lo público engaña: No pocos han considerado irse al sector público porque sin duda este al
tener la capacidad de imprimir dinero (así sea inorgánico) puede pagar
mucho más que la mayoría del sector privado. Este caso se ve más latente en el
campo educativo. Pero con este viernes “negro
oscuro” nos hemos dado cuenta que si para comienzos de agosto un docente I
podía estar ocho veces por encima del salario mínimo, hoy, con esta medida,
está seis veces por debajo con probabilidad de quedar igualado. Por eso las
empresas privadas deben, con ingenio, construir ambientes de trabajo que fortalezcan
el sentido de pertenencia, con seminarios, paseos, compartir. Que sus
relaciones laborales superen el plano netamente económico.
3) Vacuna contra el veneno sindical: Puedo entender que los sindicatos nacieron para defender los
derechos de los trabajadores pero, en la realidad, no pocas veces esto se ha
convertido en un antro de burocracia e hipocresía. Si los patronos son honestos
con sus trabajadores y transparentes en sus realidades económicas deberían
contar con un personal que ayude a superar este durísimo ajuste económico que
invita al suicidio empresarial. ¡No a la Eutanasia de la Persona Jurídica!
4) Estabilidad vs Inmediatez: Las empresas deben establecer una vía clara y realista de
ajuste y beneficios, lo que en administración se conoce como Ganar – Ganar. Una
empresa que no se plantee ningún ajuste se condena a morir. Ahora bien,
perseguir el monto más alto como único factor de motivación para buscar empleo
es un arma de doble filo. Los llamados “bachaqueros” o revenderos de comida lo
vivieron al igual que los que vendían cupos de CADIVI, que si bien hicieron mucha
fortuna, también vieron pronto morir su negocio cuando las reglas del
juego cambiaron. Apostar a la estabilidad laboral creo es la clave para
sobrevivir a esta dura realidad, sin quedarnos pegados en el quince y último,
buscando optimizar el tiempo en cuántas actividades lícitas podamos realizar.
Buscar varias fuentes de entrada manteniendo, por lo menos, una estable, puede
ayudarnos a soportar.
Mientras tanto, ¿qué pasará en Venezuela?, pues mientras la
ciudad arde y Nerón siga en el poder esperar que su tiempo termine, que gracias
a Dios terminará porque los peores gobernantes del mundo también salen y aunque
dejen profundas heridas también dejan grandes enseñanzas. Ya es hora de que
entendamos la política con la misma responsabilidad como la medicina, la
ingeniería y la nutrición entienden sus roles. Dios los bendiga, nos vemos en
la oración.
Luis Tarrazzi
@luistarrazzi
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