viernes, 4 de marzo de 2016

TODOS A LA CALLE!!!!!!¿PERO A CUÁL ESQUINA?






Noto muchas invitaciones para que "la gente" salga a la calle, invocando el Art. 350 de la Constitución que reza así:

"El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos".

Lo cierto es que, aunque la catarsis se entiende, como ciudadanos ya hemos transitado todos los caminos: calle (11 abril 2002), revocatorio (2004), elecciones regionales y nacionales. Insultamos, nos dividimos, odiamos. Mientras se dieron esas luchas EL DESGASTE DEL TIEMPO fue avanzando, y hoy el enemigo político que nos gobierna está desgastado, no derrotado, desgastado. Porque el poder se desgasta y un poder corrompido se desgaste y se corroe.

Me preocupa es si hemos transitado el camino de la ENSEÑANZA. Esa duda sí me queda. Porque el desgaste del chavismo, que irremediablemente los sacará del poder, se dió porque esta frase se puso de moda: "NO HAY". Por eso la pregunta clave aquí sería: ¿es el "apoyo al que nos da" o el apoyo a quien nos norma como ciudadanos?

¿Un llamado a la calle es un llamado a enfrentarnos a quiénes?, ¿a venezolanos que piensan diferente a mí?, ¿a militares armados? El artículo 350 me invita a DESCONOCER no a CONFRONTAR. ¿Queremos desconocer?, desconozcamos los BANCOS PÚBLICOS que dan liquidez a este gobierno, retiremos nuestro dinero de ahí e invirtamos en la banca privada. ¿Queremos desconocer?, dejemos de comercializar con las necesidades de la gente (comida, trámites públicos que deberían ser gratuitos), de ofrecer sobornos, de jugar a la viveza criolla. ¿Queremos desconocer?, dejemos de sobreponer el YO por encima de los demás (de hecho el evangelio de hoy sugiere esto).

Yo entiendo el desespero que se vive porque también lo vivo. Me cuesta conseguir comida y si la consigo es a precios de especulación, porque sí hay especulación. Me cuesta conseguir un antigripal o cada mes oro para que mi esposa consiga su pastilla de mantenimiento post tratamiento oncológico. Me cuesta decidir dónde entretenerme en este país porque temo me roben y también sé todo esto es culpa de una deficiente y maligna política de Estado. Yo pateé calle y protesté, voté siempre en contra de este régimen, SIEMPRE. Pero me falta solo más horas de oración, más ora de predicación de lo correcto y lo que no lo es, me falta enfrentar desde un mensaje coherente y invariable de salvación, me falta confrontar el mal que veo en las calles por encima del que veo en televisión que muchas veces viene marcado de un teatro político que nos envenena. En las calles veo mucho mal, en la cotidianidad, mucha anarquía. No quiero patear calles, quiero tocar corazones del amor de Cristo. Solo eso quiero.

Lic. Luis Tarrazzi

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