Artículos de Opinión y Poesías con el fin de darle una visión cristiana católica a los temas del momento. Formación Apologética Entretenimiento
sábado, 24 de octubre de 2020
jueves, 20 de agosto de 2020
CUANDO MUERA HABLEN CON MIS ENEMIGOS
Una vez me pregunté si sería posible que al momento de nuestra muerte, cuando vayamos al encuentro con Dios, algún ser humano muera sin que nadie de los que queden con vida hayan sentido o sientan rencor, odio, pesadez, decepción, ira hacia él. Es que hasta el mismo Jesús, el santo de los santos, desde la Cruz tuvo adversarios.
Al profundizar en este análisis cada cierto tiempo hago un
monitoreo de las personas que yo percibo no sienten mucho cariño hacia mí,
personas a las que les haya decepcionado o lastimado con conciencia o de manera
inconsciente, y nunca ha quedado la
lista en blanco. Siempre aparece alguien. Quizás, por los años,
algunos(as) ya ni piensen en mí y sea una suerte de perdón por olvido y otros,
más recientes, se sumen a la lista por decisiones laborales, diferencias políticas,
conflictos familiares, etc; es decir, también se sientan afectivamente
distantes a mí.
Estas personas son el cable tierra de nuestra salvación. Son
la parte oscura que por lo general tenemos disfrazada por formas inteligentes
de vendernos, relacionarnos, proyectarnos. Estas personas son las que en lo
particular pido que contacten cuando Dios decida llamarme. ¿Por qué?, lo
explicaré con esta historia:
En el libro Una Maravillosa Historia de Fe: Beata Ana
Catalina Emmeri cuya autoría es del Padre Ángel Peña, O. A. R.
aparece la vida de esta Beata con grandísimos dones sobrenaturales. Ella en una
de sus historias y visiones narra lo siguiente:
El “27 de octubre de
1821, fui conducida junto a una mujer que estaba a punto de perderse. Luché con
Satanás delante del lecho de la enferma, pero el demonio me echó de allí. Era
demasiado tarde… Esta mujer estaba
casada y tenía hijos. Era tenida por muy buena y vivía según el mundo y la moda.
Tenía trato ilícito con un sacerdote y había callado en la confesión este
pecado. Había recibido los santos sacramentos y todos se hacían lenguas de su
buena preparación y disposición para bien morir… Todos mis esfuerzos resultaron
vanos. Era demasiado tarde, no fue posible acercarse a ella y murió. Era
espantoso ver a Satanás llevarse aquella alma. Yo lloré y grité. Una indiscreta
anciana entró y consoló a los parientes de la difunta, hablándoles de su
hermosa muerte. Al pasar por un puente para ir a la ciudad me encontré con
muchas personas que querían ir a la casa de la difunta, y yo me decía a mí
misma: “Si hubieran visto lo que yo he visto, ciertamente huirían de su
presencia””
Esta historia, cuando la leí, me hizo pensar en lo siguiente.
¿Cuántas personas nos tienen por buenos, íntegros, correctos y quizás algunos
que nos tienen más amor hasta por santos? Pero en la verdad de Dios que es
perfecta aparecen tantas faltas, pecados de pensamientos, palabras, obras y
omisión que viven a la sombra del mundo pero a la luz de la verdad.
Algo que me genera temor, como en la historia que les
compartí en este artículo, es que al morir nadie rece por mí por no creerlo
necesario. Quizás esa mujer se pudo salvar si se le hubiese tenido como una pecadora y no como alguien
bueno, porque eso habría permitido la valiosa oración de intercesión, las misas
de reparación y así la misericordia de Dios aparecía y no solo su juicio. Como
nos dirá el apóstol Santiago en su epístola: “tendrá un juicio sin misericordia el que no tuvo misericordia; pero la
misericordia se siente superior al juicio." (Santiago 2,13)
Es siempre fundamental orar por quienes se nos van, así el
lado que nosotros hayamos conocido sea solo el lado bueno, de luminosidad.
Porque todos tenemos sombras y deudas que pagar y este relato de la beata deja
claro que lo que nos salvará no será nuestra popularidad, las impresiones
positivas en mayoría, sino la verdad, la verdad y solo la verdad. Dios los
bendiga, nos vemos en la oración
Luis Tarrazzi
Correo: abrazandonuestrafe@hotmail.com
jueves, 11 de junio de 2020
miércoles, 10 de junio de 2020
martes, 9 de junio de 2020
miércoles, 20 de mayo de 2020
SANCIÓN: EL SOL NO SALDRÁ MAÑANA EN VENEZUELA
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Tantos
intentos fallidos por sacar del poder al gobierno revolucionario chavista, nos
han hecho sufrir, a los habitantes de este país todas las consecuencias de
estos experimentos. A un país que solo le faltaba el perro para morir de sarna
(porque ya están colapsados los servicios públicos en su totalidad) se le sumó
recientemente una sanción que si buscaba afectar al gobierno apuntaron mal,
porque me afectó a mí también. Se fue el Directv.
Pues
bien, por favor, no nos ayuden más. Dios que respeta nuestra libertad solo
apuntó su intervención cuando se llevó de forma natural, por enfermedad, a la
cabeza de este desastre, y con esto, sin querer hacer leña del árbol caído,
pensé pronto vendría el final. Pero no, esto fue como que peor. Luego mi país
se hizo una caricatura, una suerte de humor negro. EL PAÍS CON LAS MAYORES
RESERVAS DE AGUA DEL MUNDO…y no tenemos suministro de agua. EL PAÍS CON EL
SISTEMA ELÉCTRICO PIONERO DE LA REGIÓN…y no tenemos suministro constante de
luz…EL PAÍS CON LAS MAYORES RESERVAS DE PETRÓLEO DEL MUNDO…y no hay gasolina,
ni gas y los niveles de exportación del crudo dan risa. EL PAÍS CON TIERRA DE
GRAN FERTILIDAD… y casi toda la comida es importada. Así, incomunicados del
mundo, hediondos o de aseo escaso, y con una pandemia que azota a la humanidad,
quizás ya es hora de parafrasear las palabras que Faraón dijera a Moisés:
“levántense y salgan de este pueblo,
ustedes y los hijos de [Chávez]. Vayan para servir a [¿?] como ustedes dicen”
(Éxodo 12, 31).
Parábola:
Un defensor de los sancionadores habló en oración a Dios y le dijo: “Solo
faltas tú. Si te sumas a las sanciones a Venezuela y les quitas la luz del sol
lograremos sacar a este gobierno”. Algunos en el cielo esperaban la respuesta
de Dios con algo de ansiedad e incertidumbre. “¿Qué les dirá? se preguntaban.
Dios, en reunión trina, pidió tiempo para responder. Al día siguiente esperaban
la respuesta así que, al mejor estilo de Sócrates en su apología, los invitó a
sentar y les dijo: “Mi pueblo sufre, y sufre por sus propias decisiones. Sufren
porque no han sabido madurar en la política y en la exigencia a sus políticos.
Tanto los que favorecieron con su voto como los que omitieron votar dejan una
gran enseñanza que esperamos la sepan procesar. Pero ¿qué gano con quitarle el
Sol a un país que ya vive eclipsado? Mi hijo (Jesús), quien hoy nos acompaña,
dijo una vez “…porque él (o sea yo, su Padre) hace brillar el sol sobre malos y
buenos y envía la lluvia sobre justos y pecadores”. Por esta razón no voy a
castigar a todo un país que ya vive las consecuencias (o castigos) de sus propios caminos” Decepcionados los
sancionadores se fueron cabizbajos y los meritorios de sanciones se creían
triunfadores, gritaban: “Dios es revolucionario, Dios está con nosotros”. Nada
nuevo de esperar porque quienes gobiernan solo saben hablar en lenguaje
político y el lenguaje político de hoy es la gramática del infierno.
No
conozco todavía un gobierno en el mundo que en mis años de vida haya gritado:
“Renuncio, ya no me sancionen más”; y si existió, en Venezuela la receta no
funciona, al mejor ejemplo de Cuba. En realidad mi país es un bello laboratorio
del dolor, un medidor de sufrimientos y penas. Puedo hoy cerrar los ojos e
imaginar a tantos niños, jóvenes y ancianos en confinamiento que a la par ahora
no pueden ni ver televisión de cable. Que paradójico que el único que tiene el
poder y la moral de sancionarnos no suprime el aire, la luz natural, el agua de
lluvia, las siembras y los árboles, pero hoy tenemos unos viñadores asesinos
que se apoderaron de mi país y por otro lado a unos vengadores que cada vez que
nos tratan de ayudar terminamos como Sokovia en Avengers 2. Por favor ya no nos
ayuden más.
Se me
olvidó una anécdota final de la parábola: Ningún político que muera en
ejercicio conocerá el cielo. Ojalá pueden vivir minutos de no poder antes de
morir porque solo cuando vuelvan a ser
ciudadanos de a pie, conocerán las consecuencias de su infernal gestión.
Luego de escuchar esto, los aludidos gritaron: “¿Qué moral tiene Dios para
decidir quién entra o no en el cielo?” Como diría Antonio Machado en Campos de
Castilla: la cordura del idiota. Dios los bendiga, nos vemos en la oración.
(un
intento de literatura picaresca)
Luis
Tarrazzi
@luistarrazzi
lunes, 11 de mayo de 2020
sábado, 9 de mayo de 2020
WILLIAM ANSEUME, EL ANTICRISTO TE RECIBE CON AMOR
En estos días Sr. Anseume, estuve
escuchando una valiosa instrucción sobre el pensamiento lógico. Un enfoque
filosófico Aristotélico que para él no tenía otro fin que enseñarle al hombre
(interesado) a identificar la verdad de la mentira, centrado en las estructuras
que nos ayudan a comprender los argumentos que alimentan conclusiones.
Leyendo su no original artículo, y no
lo desmerito por contenido (eso lo haré más adelante) sino por el tema popular
que aborda, surgen muchos elementos en él que son evidencia de la falacia y del
cómo para continuar campañas de descréditos podemos tergiversar las palabras.
Benedicto XVI, quien seguramente será el
menos valorado por el pensamiento común de su tiempo (de los Papas del Siglo
XX), ha sido un hombre que predicó con
la coherencia de la Palabra de Dios, porque yo creo que su crítica, Sr.
Ansueme, se quedó en un peón del tablero de ajedrez. Un valiente en la pluma
tiene que tener los testículos comunicacionales para decir que el tirano en
esta historia es Dios y su representante más popular en todo este asunto:
Jesús.
Es fácil hacer artículos populares de
agradable aceptación cuando conocemos lo que es popular y lo que no. En su
artículo se mantiene limpia la imagen de Jesús, se mantiene en actitud de
caridad y amor al homosexual y se denigra a la Iglesia Católica
y a Benedicto XVI. Un artículo redondo donde solo unos cuántos "fanáticos" le saldrán al paso entre ellos, seguramente, entraré yo.
Con esta introducción comencemos con
su agrio artículo. Usted inicia con una pregunta puntual: ¿dónde está el
anticristo?, y surge de la afirmación que hiciera el emérito Papa cuando señalo que: “«Hace cien años se habría considerado absurdo
hablar de matrimonio homosexual, hoy nos excomulgan cuando nos oponemos a él»
El anticristo, Sr. Anseume, tiene teológicamente dos visiones, una que define
toda corriente que va en contra de las enseñanzas de Jesús, completas no
seleccionadas, y la otra visión es una persona que nacerá de gran influencia
mundial y que de hecho, aunque esto le asombre, una de las características
esperadas es que sea célibe porque tendrá un gran poder de control sobre sus
instintos.
Pero además, si bien es cierto las
sociedades cambian y evolucionan, no toda evolución es sinónimo de bien y eso
creo lo dejó claro esta pandemia que nos hizo repensarnos qué frágiles somos
como sociedad y mundo con las nuevas estructuras políticas, sociales y económicas
que nos hemos construidos.
Usted habla de una hipocresía
religiosa ante lo cual mete en esa saco a todas las formas de expresión de fe
en el mundo, no solo el cristianismo. Esto es una falacia llamada Generalización
apresurada: donde se intenta
concluir una proposición general a partir de un número relativamente pequeño de
casos particulares. La hipocresía “religiosa” no es diferente, ni mejor ni
peor, que la suya y la mía. Porque así como la religión es llevada por hombres
débiles e imperfectos, también hay otros quehaceres de la vida que tienen esta
expresión y no por ello lo afirmado por Benedicto XVI es falso.
A su vez nos menciona con audacia que
“va en aumento global el matrimonio gay o el reconocimiento
legal/social/sexual/político, de quienes alientan la igualación de las
consideraciones en materia sexual” y esto es cierto. Pero aquí también usa otra
falacia para dar soporte a algo que aunque sea cierto no da argumento válido al
hecho en sí mismo. El nombre de esta falacia es argumentum ad populum, también llamado sofisma populista. Consiste
en atribuir la opinión propia a la opinión de la mayoría y deducir de ahí que si la mayoría piensa eso es que debe
ser cierto. Supongamos que usted tenga una hija o nieta menor de edad y
“es sabido” que la legalización de la pedofilia tiene sus defensores, como de
hecho ocurre en Canadá, en la universidad de Queen´s University, donde existen
educadores como el profesor emérito de psicología Vernon Quinsey que sostiene que la
pedofilia es “apenas una orientación sexual más” comparable a la
heterosexualidad y homosexualidad. Y supongamos Sr. Anseume que esta corriente
del pensamiento “evolucionado” alcanza la misma cantidad de apoyo del que hoy
goza la legalización de la homosexualidad. ¿Habría que aceptar que alguien
tenga sexo libre con su hija o nieta porque es legal y aceptado? Si aplico su
razonamiento “En América el avance es
notable: Canadá, EEUU, México, en algunos estados y especialmente ciudad de
México, reconocen uniones homosexuales” la respuesta creo es evidente.
El siguiente argumento que usa para
darle solidez a su artículo es el llamado falacia
ad verecundiam donde se apela a la autoridad o al prestigio de alguien o de
algo a fin de defender una conclusión, pero sin aportar razones que la
justifiquen. Usted nombra al gran escritor Vargas Llosa y sobre él usted
señala: “De ese tenor lo entiende Mario
Vargas Llosa, quién celebró la orientación legal en España hacia el matrimonio
igualitario: «acto de justicia que reconoce el derecho de los ciudadanos a
elegir su opción sexual en ejercicio de su soberanía, sin ser discriminados ni
disminuidos por ello, y que reconoce a las parejas homosexuales el mismo
derecho de unirse y formar una familia y tener
descendencia que las leyes reconocen a las parejas heterosexuales». La
sola cita que usted expone trae una incongruencia de fondo cuando promete una
descendencia que por naturaleza es imposible e inclusive por vía artificial. El
compuesto integral cromosómico que aporta la madre y el padre en un hijo que
permite afirmar que el 50% es de la madre y el 50% del padre no existe en la
unión homosexual, la cual por esencia es estéril. Pero además, si tomamos por
cierto de bueno lo que apoya Vargas Llosa, en el año 2018 este señaló, sobre la
matanza de periodistas en México que: “El
que haya más de 100 periodistas asesinados en México es en gran parte por culpa de la libertad de prensa, que hoy permite
decir a los periodistas decir cosas que antes no se podían permitir”.
Entonces ¿Vargas Llosa se opone a la prensa libre y por ende es malo que la
prensa sea libre?
Por último acusemos al que hay que
acusar, al tirano Dios. Esto no le traería simpatía a sus lectores que en
países latinos respetan en demasía la imagen de Jesús pero sí haría más honesto
su desprecio a Benedicto XVI y a la Iglesia. Usted respeta la imagen de Jesús
cuando señala: “El propio Jesús, el de
Nazareth, por cierto, no lucía tan
severo: sin hembra conocida; debido al ascetismo, con un tierno beso
sellando la traición de Judas; acompañado recurrentemente por varios apóstoles,
lavador de pies de al menos una prostituta extraordinaria”. Permítame
oponerme a la imagen de Dios que usted vende de forma incompleta y del que es evidente no tiene ningún aprecio.
Jesús no era tan severo, era muy severo, porque las personas con principios
claros de hecho lo son. Esto no niega su gran amor y misericordia que también la expresaba al extremo. Es el personaje de la Biblia que más habla del infierno
y la condenación. Es un defensor de la Ley judía, la cual, señaló, no vino a
derogar sino a darle plenitud: “No penséis
que he venido para abrogar la ley ó los profetas: no he venido para abrogar,
sino a cumplir” (Mateo 5, 17-37) y esa ley es clara no solo sobre temas
religiosos sino sobre temas morales. Benedicto XVI tiene por culpa defender una
tradición doctrinal que se alimenta de la Palabra de Dios. ¿Qué hacemos con
frases como estas?: “No te acostarás con
un hombre como se hace con una mujer, esto es una cosa abominable” (Levítico
18,22). Jesús conocía esta Ley,
y muy bien. Porque fuera de su divinidad que no es tema dogmático a discutir en
este artículo, el judío promedio conocía bien la ley de Israel. Y siendo así,
¿por qué Jesús se arriesgaría a decir que no vino a cambiar la ley sino a
cumplirla? “Porque de cierto os digo, que
hasta que perezca el cielo y la tierra,
ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas
sean hechas”. (Mateo 5,18). Hay que ser bien ignorante o bien preparado
para afirmar algo así.
Concluyo con una respuesta que los anarquistas
contra la fe jamás quieren entender. San Agustín decía: “Dios aborrece el pecado pero ama al pecador”. De cierto el único
pecado en el mundo no es la sexualidad ni dónde decidimos ejercitar nuestros
placeres corporales. Pero en el pastoreo de la fe, la misión es mostrar el
camino de Cristo para la salvación. Si no lo queremos tomar somos libres, al
final ¿hoy quién escucha a la Iglesia?, ¿en qué influye la Iglesia en el mundo
moderno? A veces sabemos de ella por sus enemigos. Quizás Dios mantiene la
expresión viva para su iglesia del gran Salvador Dalí: “Que hablen bien o mal, lo importante es que hablen de mí”
Dios le bendiga, nos vemos en la
oración
@luistarrazzi
P/D: En defensa del Sr. Anseume este es el artículo que motivó esta respuesta http://www.ventevenezuela.org/2020/05/07/donde-esta-el-anticristo-ratzinger-por-william-anseume/
domingo, 19 de abril de 2020
Jesús no suprimió la Ley del Talión
Cuando Jesús es arrestado Mateo recoge un incidente peculiar, llegado los soldados del templo y consumada la traición de Judas, uno de sus discípulos (Juan luego explicará fue Pedro) en un acto de defensa y amor a su maestro tomó una espada, la desenvainó y le cortó la oreja a Malco, uno de los soldados presentes. Aquí Jesús, que no se le escapaba ningún detalle, exclamó: “Vuelve la espada a su sitio, pues quien usa la espada perecerá por la espada. ¿No sabes que podría invocar a mi Padre y él, al momento, me mandaría más de doce ejércitos de ángeles? (Mateo 26,52-53) (Otra expresión del talión)