Todos los que buscan llegar a masas y aspirar el poder en la
política, la economía y el arte (por citar tres áreas del quehacer cotidiano),
buscan llegar al corazón. De hecho hasta Satanás, el ser que más odio y rencor
alberga en su existencia, fundó la falsa misericordia para darle
entrada cariñosa al pecado e instaurar el relativismo.

Sí, a ti te felicito Alegría
Marquina. Dios te ha dado un don increíble. Pero me entristece que quienes
sean tus responsables, por más amor y pasión que sintieran por el comandante
Chávez, te hayan cedido para ser recordada en la historia como la niña que le
declamó a Chávez, porque al arte que tú puedes desarrollar da para algo más
grande, universal y justo, es decir, para Dios.

Mateo 18-6
Dios tiene una preferencia única por los niños. En esencia,
representa la pureza y la belleza del hombre creado. Son lo más distante al
pecado original y al pecado en sí mismo. Usarlos para causas políticas, en
especial una que ha generado tanta división en el país, es un acto peligroso
porque cualquier niño tiene el derecho a soñar en un mundo integrado, no ha
desafiar inclusive el buen hablar cuando debe terminar una declamación con la
palabra: “Carajo”.
Los niños, el futuro del mundo, de la humanidad, reciben las
miserias de sus mayores, padres, políticos, artistas, etc; y esto impide la
necesaria renovación moral y cultural que amerita el mundo. Cada vez luchamos
porque sean consumidores autómatas, poco pensantes pero sí grandes imitadores.
Niños que les cuesta cognitivamente generar ideas para ser máquinas de palabras y bóvedas visuales de cuanta porquería
musical, visual y educativa surja en el mundo.
Sí lo diré Señor Jesús, lo diré aunque jamás diré que hablaré
por ti: “Ojalá los niños te declamaran a
tí, su Dios Creador, Salvador y Santificador, de la manera apasionada como
Alegría Marquina le declamó a un criatura tuya”, porque aunque carente de
conciencia y sí cargada de gran talento, Alegría Marquina es la expresión de lo
que los padres de hoy debemos cuidar a nuestros hijos, ser uso publicitario de otros e instrumento de las miserias humanas.
Dios los bendiga, nos vemos en la oración
Luis Tarrazzi
@luistarrazzi
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