viernes, 11 de agosto de 2017

“AUNQUE NO TE PUEDA VER” COMANDANTE CHÁVEZ



Todos los que buscan llegar a masas y aspirar el poder en la política, la economía y el arte (por citar tres áreas del quehacer cotidiano), buscan llegar al corazón. De hecho hasta Satanás, el ser que más odio y rencor alberga en su existencia, fundó la falsa misericordia para darle entrada cariñosa al pecado e instaurar el relativismo.

En este esfuerzo emocional los niños tienen un rol de uso importante. Un niño que sepa declamar un texto al estilo de Alegría Marquina sin duda moverá fibras porque además, debo decirlo con justicia, la niña lo hace de manera fenomenal.


Sí, a ti te felicito Alegría Marquina. Dios te ha dado un don increíble. Pero me entristece que quienes sean tus responsables, por más amor y pasión que sintieran por el comandante Chávez, te hayan cedido para ser recordada en la historia como la niña que le declamó a Chávez, porque al arte que tú puedes desarrollar da para algo más grande, universal y justo, es decir, para Dios.

“Pero al que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le sería que le colgaran al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y que se ahogara en lo profundo del mar”.
Mateo 18-6

Dios tiene una preferencia única por los niños. En esencia, representa la pureza y la belleza del hombre creado. Son lo más distante al pecado original y al pecado en sí mismo. Usarlos para causas políticas, en especial una que ha generado tanta división en el país, es un acto peligroso porque cualquier niño tiene el derecho a soñar en un mundo integrado, no ha desafiar inclusive el buen hablar cuando debe terminar una declamación con la palabra: “Carajo”.


 Los niños, el futuro del mundo, de la humanidad, reciben las miserias de sus mayores, padres, políticos, artistas, etc; y esto impide la necesaria renovación moral y cultural que amerita el mundo. Cada vez luchamos porque sean consumidores autómatas, poco pensantes pero sí grandes imitadores. Niños que les cuesta cognitivamente generar ideas para ser máquinas de palabras y bóvedas visuales de cuanta porquería musical, visual y educativa surja en el mundo.

Sí lo diré Señor Jesús, lo diré aunque jamás diré que hablaré por ti: “Ojalá los niños te declamaran a tí, su Dios Creador, Salvador y Santificador, de la manera apasionada como Alegría Marquina le declamó a un criatura tuya”, porque aunque carente de conciencia y sí cargada de gran talento, Alegría Marquina es la expresión de lo que los padres de hoy debemos cuidar a nuestros hijos, ser uso publicitario de otros e instrumento de las miserias humanas.

Dios los bendiga, nos vemos en la oración

Luis Tarrazzi

@luistarrazzi

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