En su más reciente respuesta sobre lo que el papa señaló que
construir muros no era de cristianos usted señor Donald Trump , declaró:
"Si el Vaticano
alguna vez es atacado por ISIS, que todo el mundo sabe que ese lugar es el
trofeo del grupo, les puedo prometer que el papa sólo podrá desear y rezar que
Donald Trump hubiera sido presidente porque eso no hubiera pasado. ISIS habría sido
erradicado, no como lo que está pasando ahora".
Resulta señor Trump que los
frutos de una oración, en especial del papa, no darían como resultado un presidente
como usted. Primero, porque no hay nada más demagógico que prometer cosas que
no se pueden cumplir. Así usted lo hizo cuando señaló que si llegara a la
presidencia de los EEUU podría detener un ataque terrorista de ISIS; una nación
que con un gobierno republicano no pudo evitar que 3 aviones comerciales se
estrellaran en su íconos económicos y militares, y en gobiernos demócratas
tampoco lo han podido hacer, porque el terrorismo es un enemigo fantasma, sin
rostro.
El que sí ha evitado ese tipo de
ataques al Vaticano es Dios, y lo evitará hasta que su voluntad disponga lo contrario,
porque él si tiene el poder para hacerlo.
El peor rostro que yo le he visto
a los políticos modernos, magnates y poderosos económicamente como usted, es
aquel que se enfrenta a la Iglesia y a su máximo representante en la tierra. Un
rostro seco, plástico y todos han muerto. Porque sí señor Trump, algo que su
dinero y su poder jamás podrán evitar es la muerte. Eso lo sabe el papa y lo
saben los cristianos mártires. Me preocupan son los que no lo saben, como usted,
o quizás no lo quieren saber, esos que aún no han entendido el mensaje de
Cristo para el mundo. Ese concepto de eternidad y trascendencia, ese concepto
de solidaridad ante el necesitado (los refugiados), ese concepto de libertad
fundamentada en la verdad, porque la
verdad nos hará libres.
Si hubiese un atentado en el
Vaticano ni el papa ni los cristianos rezaremos porque usted sea presidente,
¡no cuente con ello! Rezaremos por las víctimas, por la conversión de los
atacantes, por la paz. No rezaremos por una suerte de vengador, porque esa
campaña centrada en el miedo que usted quiere promover no da paz, ni libertad
sino que busca generar dependencia.
En Venezuela conocemos bien los
frutos de los políticos que se creen vitales. En marzo de 2013 enterramos el
último. Sin embargo aquel que nos prometió vida sí que resucitó, lo invito a
visitar su TUMBA VACÍA allá en tierra santa.
De verdad lamento que Estados
Unidos se debata entre usted y Clinton y aspiro Dios sí intervenga para que el
electorado norteamericano haga honor a ese slogan de su billete de dólar que dice:
“we trust in god” porque votar por
usted sería la mayor develación de hipocresía que emana de esta dura moneda.
Imperios van e imperios vendrán.
El mal siempre convivirá con nosotros hasta la parusía del Señor. Pero se lo
digo de corazón, tómese dos pastillas de “realidad” que le inviten a pisar
tierra. Quizás la frase de inicio de cuaresma le recuerde la importancia de su
vida señor Trump: “polvo eres y en polvo
te convertirás”, no siendo nunca tarde para complementársela con la otra
alternativa cuaresmal: “conviértete y
cree en el evangelio” Dios los bendiga, nos vemos en la oración.
Lic. Luis Tarrazzi
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