Complicado entender lo que
significa la navidad en nuestros tiempos. Adornos, ropa y comida se han posado
con fuerza en el altar de nuestros corazones para la navidad y sin lugar a
dudas hoy adoramos más la magia de la
navidad que al Dios encarnado que se hizo hombre para devolvernos la
amistad con el Dios Padre Creador.
Cristo prometió, hace más de 2000
años que regresaría; y esta segunda venida, la definitiva, marcaría el fin de
lo conocido, del pecado y del mal, trayéndonos la justicia y la paz que todos
anhelamos pero por la que pocos trabajamos. Ahora, esperar 2000 años a una
persona y sostenerse a receta de fe no es sencillo. ¿Será que Cristo no
volverá?
La pregunta que yo más bien
debería realizar es: ¿Cristo alguna vez se fue? A veces confundimos ver con
presencia, tocar con presencia, oler o escuchar con presencia. Y en realidad
Cristo dijo: “yo estoy con vosotros todos
los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28,20). Cristo transformó su
manera de acompañarnos en lo que siempre ha sido, un Dios Omnipresente que
trasciende lo físico. En nuestra fe cristiana católica, Jesús se hizo parte de
nuestra vida en el Sacramento Eucarístico, donde el sagrario es como el pesebre
y Cristo, vivo y real, hace morada en él para que vayamos, como los pastores y
reyes, a adorarle en espíritu y verdad.
En nuestras casas estamos
esperando la navidad, eso es indudable, pero ¿estamos esperando a Cristo? Esta
interrogante me recuerda las palabras de Jesús cuando interpelaba al mundo al
decir: “…cuando el Hijo del Hombre venga,
¿hallará fe en la tierra?” (Lucas 18,8)
Recientemente publicaba el
sacerdote dominico Fray Nelson Medina en su cuenta de facebook lo siguiente: “Muchos cristianos han olvidado qué
significa Navidad; al parecer algunos fundamentalistas de otras religiones sí
lo tienen bien presente”. Haciendo clara alusión al reciente atentado
vivido en Alemania donde un vehículo envistió un mercado con elementos
característicos de la navidad occidental.
La navidad es navidad por Cristo.
Esperar su venida, anhelarla sin miedo y con profunda esperanza es lo que más
nos debe caracterizar como cristianos. Aunque cada vez resulte más difícil y
contra corriente, es la fe la que debe sostenernos. Feliz navidad 2016 para
todos, Dios los bendiga, nos vemos en la oración.
Luis Tarrazzi