viernes, 22 de julio de 2016

MIS VERDADERAS MOTIVACIONES PASTORALES. ESTOY EN ESTE GRUPO POR…




Me puse a ver la película Miracles from Heaven, y algo que me llamó poderosamente la atención es que siendo una comunidad cristiana no católica (protestante), al inicio de la misma queda bien identificada la unión del grupo, con su música sensibilizadora pero siempre en torno a Jesús, el compartir como comunidad (comidas) y sobre todo estar ahí para los momentos difíciles, cuando algunos de la iglesia o del grupo pasan por problemas.

A veces desde nuestra fe católica, la cual amo y espero siempre, fortalecido en Cristo, defender, una de nuestras patas cojas radica en dos cosas: 1) la unión extramuros, extra actividades centrada en el respeto y la vivencia de lo que predicamos y 2)el hacer todo por Jesús y no por figurar, por protagonismo o como excusa para salir de la casa y contar con ciertas libertades.

Recuerdo en una actividad musical, hace ya algún tiempo, hubo la participación de muchos grupos parroquiales. Estos grupos en mayor o menor grado se esmeraron por hacer una buena presentación. Pero cuando llegó un momento guiado de meditación y oración hubo una fuerte desconexión y fastidio de un gran número de los mismos participantes. Se suponía que quizás aquel momento cumbre y sublime no debía derivar en lo que en efecto derivó, el aburrimiento. ¿Qué explica esto?

Hace unos años intenté hacer un encuentro inter pastoral (como un Congreso) entre colegios católicos de mi comunidad con el fin de intercambiar experiencias, evaluar con eficacia la labor evangelizadora y finalmente explorar cuáles eran nuestras verdaderas motivaciones. Así podríamos lograr establecer objetivos comunes que sirvieran para abordar problemas compartidos y muy particulares de nuestra sociedad venezolana. ¿Qué ocurrió?, ninguna pastoral podía. Todos en julio estaban cansados y cuando regresaban en septiembre ya había que comenzar. ¿Agosto?, intocable, eran las vacaciones. Eso me desmotivó tanto que conversando con el Padre que me había dado su apoyo y facilitado inclusive el lugar para realizar aquella magna reunión me dijo: (no cito) < que el problema se centraba en las motivaciones de muchos de esos miembros de grupos o integrantes de esas pastorales. Había casos de personas con problemas de autoestima que ahí se sentían parte de algo, otros(as) estaban más por intereses sentimentales particulares, otros(as) por protagonismo – reconocimiento> pero a pocos les gustaba ser evaluados, corregidos, cuestionados y, si eran criticados, podían hasta irse.

Así, y sobre todo cuando se trabaja con jóvenes, si no se logra establecer con claridad el sentido de formar parte de un grupo cristiano católico, que debe ser muy eucarístico, muy de oración, muy de evangelización con la doctrina de la Iglesia, muy de servicio, muy de formación, terminamos siendo un club social, un plan vacacional o un grupo de retiro de la tercera edad, muy dinámico pero poco efectivo.

Quizás a veces vemos protestantes o mismos católicos que cuando oran lo hacen con fervor, no les da pena levantar sus manos, hablar de Jesús en todos los espacios de su vida, no temen al qué dirán, y muy probablemente muchos de nosotros nos hemos burlado de ellos o mínimo catalogado de fanáticos fastidiosos. Pero ¿no estaremos más bien nosotros demasiado mundanizados, muy desconectados de la verdadera esencia del servicio pastoral?

No todo puede ser risas y pasarlo bien, no todo puede ser chistes y juegos. Eso está bien, pero no es la fuente de la interiorización. El que llega a un grupo cristiano, a una pastoral tiene que ser transformado en el amor de Cristo, convertido y comprometido con la causa de su propia salvación y facilitar la de los demás. Y sí, tiene que haber minutos de formación clara, minutos de oración profunda, interpelante. Tiene que existir un acompañamiento en todo momento y muy solidario. ¿Se han enfermado miembros de tu grupo y no los has visitado u ofrecido tu mano amiga?, ¿se ha complicado la economía de alguno de los miembros de tu grupo y le has brindado ayuda, auxilio o simplemente acompañamiento?, ¿Se ha desviado del camino algún miembro de tu grupo, alguna condición de pecado grave, vicio, y más que corregirlo con amor has ignorado la situación o lo has expulsado por pecador?

A todo esto ¿cómo respondería Cristo?, esa es la gran pregunta. ¿Qué haría Cristo?

Siempre expreso que no es un juicio de opinión porque bastantes errores que tengo. Solo quizás busco sumarme a esta lucha de des mundanizar mis vivencias de fe, de que los líderes de grupos o movimientos vean el gran beneficio o daño que pueden hacer con sus testimonios y ejemplos y que ninguna actividad, retiro, juego o dinámica puede estar por encima del silencio que permite escuchar la voz de Dios. Dios los bendiga, nos vemos en la oración.

Luis Tarrazzi

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