martes, 20 de diciembre de 2016

LOS 5 PASOS PARA HACER UN “BUEN” ESPÍRITU DE LA NAVIDAD



Este 21 de diciembre, como nos lo ha enseñado la doctrina de la Nueva Era, muchos católicos celebrarán el espíritu de la Navidad. Una fiesta marcada por nuestras necesidades y la invocación de un poder que nos lo conceda. Podríamos decir que es un prólogo para la navidad, que no se vincula en nada con ella pero que se suma a nuestra nutrida cartera de sincretismos y dudas.

Por eso he preparado para este año un honesto manual de conciencia que nos servirá para vivir esta celebración más clara y coherente con lo que realmente somos:

Primero: Termina de reconocer que No amas a Dios por sobre todas las cosas. Esto te aliviará profundos males de incoherencia y te definirá como lo que realmente eres, un practicante politeísta. Dios se define a sí mismo como un Dios celoso y como el único Dios verdadero y este nivel de fe nos invita aceptar lo bueno y lo malo que recibimos e inclusive aceptar aquellas cosas que no llegan a nuestras vidas porque ante la mirada del Creador seguramente no nos convienen todavía o nunca.

Segundo: No santifiques las fiestas dominicales porque ahí, en las misas, hay una oración que repetimos en comunidad que reza así: “Tuyo es el Reino, tuyo es el Poder y la Gloria por siempre Señor”. Semejante afirmación no da espacio a invocaciones de desconfianza en deidades que nada tienen que ver con Jesús y su camino de salvación.

Tercero: El 21 en la noche, cuando esperes con emoción al espíritu de la navidad, coloca una cruz en la mesa y mírala “minutos antes de que llegue este simpático viejito de los deseos” así, mirando a Jesús y su dolor, encontrarás más sentido a la traición de Judas que lo vendió por 30 monedas de plata y quizás hoy tú lo harás por 7 deseos.

Cuarto: Cuando termines de leer cada deseo repite con devoción: “Te lo pido a ti porque desconfío de la Providencia de Dios”. Eso acelerará el poder de tu deseo y quizás haga que el mismo llegue más rápido. Porque seguramente has olvidado las palabras del Arcángel Gabriel: “Para Dios nada hay imposible”.

Quinto: Aclárale a tu nuevo dios que creerás en él pero no para siempre. Porque seguramente cuando el demonio invite a nuevas traiciones contará contigo para sus proyectos cargados de “buenos” deseos. No olvides que gracias al demonio y la emoción de Eva por ser como Dios hoy nosotros morimos y sin Cristo no tendríamos salvación.

Que tengas un feliz espíritu de la navidad. Dios te bendiga, nos vemos en la oración


Luis Tarrazzi 

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