domingo, 16 de agosto de 2015

INTENSA-MENTE Y EL GÉNERO


Vi la película Intensa-Mente y quisiera comenzar expresando que me gustó mucho. En un ejercicio de evaluar las enseñanzas que derivan de una historia visual o escrita (ejercicio que recomiendo a todo padre de familia hacer) desarrollaré en esta opinión un vínculo implícito entre el género y las emociones, a la luz de Intensa-Mente.

LA FAMILIA


 

Es agradable destacar las historias donde las familias constituidas por un padre y una madre tienen peso y valor algo que en "intensa-mente" está claramente definido y sin ambigüedades. La figura de una familia que comparte la mesa, que tiene roles definidos, contribuye a revivir una creciente carencia social de nuestro tiempo, el escepticismo en el matrimonio, definido por Dios entre un hombre con una mujer.


EL GÉNERO



Desde que Riley nace (inicio de la película) la trama no se debate en un tema de identidad, nace mujer y claramente su desarrollo morfológico y cognitivo está en armonía con su género. Hay un protagonista primario en su identidad, que son sus memorias, su aprendizaje basado en percepciones que al final marcan sus emociones, resumidas con extraordinario basamento psicológico, en cinco: alegría, tristeza, furia, temor y desagrado.

 



Estas cinco emociones tienen una característica común, todas tienen conciencia y eso me agradó. "Intensa-mente" no es una película que hable de Dios en lo absoluto, pero esa conciencia dada a cada emoción junto con la aparición de las mismas en Riley al momento de su nacimiento me lo recordó mucho, porque es lo que nos da carácter de hijos de Dios, saber controlar esas emociones desde la razón. Ese vacío no aclarado en la película trajo a mi mente la llegada de Pablo a Grecia donde viendo el exacerbado politeísmo de aquella cultura encuentra una imagen que decía: “al dios desconocido” y se sirve de ella para decir: “Pues lo que vosotros adoráis sin conocer, eso os anuncio yo”. (Hechos 17,23). Así utilizo el mismo recurso para afirmar que el origen de esa conciencia o razón, desconocido en la película, viene de Dios,  de quien tanto escuchamos decir “nos habla a través de la conciencia”.

Furia es un personaje bien particular, muy cómico, que se debate constantemente entre usar las palabras groseras y aplicar la ira como un drenaje emocional, pero muchas veces lo controla porque razona consecuencias y si no lo hace las otras emociones se lo hacen razonar. Por ello me atrevo afirmar que las emociones no se aprenden pero su contenido y manera de aplicarlas sí. Así, teniendo especial énfasis la película de que todo esté liderado por la alegría, lo cierto es que se destaca que todas las emociones son necesarias y cada una tiene su utilidad, inclusive para resolver problemas.

Las crisis que desarrolla Riley hasta el final de sus 11 años (edad tope a la que llega su historia en la película) son todas productos de emociones, experiencias, recuerdos y vivencias, y coloco el énfasis en esto porque sin duda son las experiencias y enseñanzas recibidas las que al final determinan lo que somos, nuestros juicios, discernimientos o discriminaciones y en esto poco influye la genética que de hecho no tiene ningún protagonismo en la historia, algo frustrante para los que buscan explicar identidades de género a través del llamado gen gay.

Memorias a corto, mediano y largo plazo, abismo del olvido, memorias centrales, ciclos del sueño, todo un paraíso para los que desde la psicología buscan explicar conductas humanas y todo, en la cinta, tiene una explicación desde el recuerdo, porque al final ¿qué es la enseñanza sino el recuerdo de cosas percibidas?

"Intesa-mente" invita a respondernos honestamente la pregunta: ¿la inconformidad con lo que somos, los problemas de autoestima, las crisis de identidad cuerpo – género no tendrán de fondo heridas emocionales?, heridas de las que pocos nos salvamos pero que a veces no mostramos  interés en indagar porque quizás no nos agrade confrontar, desde la razón, unas emociones desordenadas.

¿Qué sería de la alegría, tristeza, furia, miedo y desagrado sin una razón que las guíe?, seríamos como esas personas que se enorgullecen en decir que siempre expresan lo que sienten, sin importar sin son una aplanadora de emociones en otras personas. Dios no nos abandona en las emociones, de hecho la interacción de todas da equilibrio, mejor capacidad de adaptación y mayor comprensión de nuestro existencia. Es por ello, estimados formadores, que es bueno destacar que si hasta la existencia de Dios debemos enseñarla y sus valores derivados (Deuteronomio 6,7) ¿cuánto más no tendremos que esforzarnos en dar una diligente educación en torno al género (hombre y mujer), a la importancia de una familia sólida y constituida según lo que sabemos es moralmente correcto y luchar porque las futuras generaciones sepan controlar todas sus emociones?, porque las experimentarán todas pero el error muchas veces, y así lo destaca el film, es querer resolverlo todo desde la felicidad, evitar el aburrimiento, el cansancio, el fastidio, el silencio, el vacío, el pudor y el miedo, llegando a ser luego adultos inseguros con terribles problemas de identidad y desorientación emotiva.

Felicito a Walt Disney Pictures, a Pixar Animation Studios, y a su escritor y director  Pete Docter por este trabajo, que intencionalmente o por esas casualidades guiadas, considero dan un bonito mensaje, humano, pero ajustado a la realidad de lo que somos como especie y como hijos de Dios. Dios los bendiga, nos vemos en la oración.

Lic. Luis Tarrazzi





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