martes, 22 de septiembre de 2015

MI VIDA ¿PÁGINA O LIBRO?




Muchas veces escuchamos ese consejo externo y falto de profundidad que buscando un alivio para nuestros problemas de parejas, hijos, laborales, económicos, etc nos dice: “pasa la página”. Pero debemos entender que para muchas personas no es fácil hacer esto porque para ellos(as) su página es su libro, y solo podemos pasar la página cuando esta se encuentra dentro de una continuidad de otras que juntas constituyen el libro de nuestra vida.

Nuestra mirada debe estar enfocada en el libro y cada página nos enriquece, nos llena de experiencia y conocimiento y todas son importantes, pero nunca más importante que el libro.

Pero ¿qué es un libro sin un autor?, pues Dios es el autor de tu libro, solo que este libro tiene voluntad de escribir el contenido de su historia. Y acá radica el mensaje trascendental de nuestra historia. Ninguna página puede estar por encima del libro ni de quien le dio a esa carátula existencia y voluntad.

Las etapas de la vida, desde la niñez hasta la vejez son una escuela de aciertos y desaciertos, de buenas y malas decisiones, pero que tienen que tener un mismo enfoque y destino, el encuentro con Dios. No se trata de sumar páginas de parejas, páginas solo de hijos, páginas solo de dinero, placeres; al contrario, se trata de sumar páginas que nos conduzcan a la fuente y sentido de nuestra existencia. Para ello, la vida sacramental, el camino sacramental, nos acompaña para que cuando nuestro libro esté en las páginas más profundas, esas que le dan sentido y razón de ser, su desenlace sea la santidad.

No hagamos de nuestras páginas el libro, hagamos que nuestro libro esté lleno de páginas donde cada momento, cada avanzar esté colmado de Dios, de su amor y verdad. Dios los bendiga, nos vemos en la oración.


Lic. Luis Tarrazzi 

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