viernes, 16 de febrero de 2018

EL CANDIDATO PRESIDENCIAL QUE LE PEGA A SU MUJER


Cada vez es más difícil creer en los políticos. El exacerbado uso de la demagogia se ha vuelto tan común que aunque no podemos negar que sigue siendo efectivo en sectores intelectualmente sensibles y de escasos recursos, ya se vuelve dantesco.

Mitómanos, corruptos, demagogos, populistas, son algunos de los adjetivos que más definen a muchos de los que hoy ostentan el poder.

Venezuela, como mejor ejemplo de la región sur de América, no escapa de esta terrible realidad. Recientemente escuchaba  al candidato presidencial del oficialismo decir que él garantizaba que ganando ellos la situación económica mejoraría. Pero ¿no fue acaso con ellos que todo esto empeoró a los niveles que estamos?

El recurso de echarle la culpa a terceros, a vecinos derechistas, al imperio, le funcionó a Cuba y al parecer en Venezuela no ha sido tan estéril. Pero la realidad es que cuando tus políticas estrangulan una nación de la forma que ha ocurrido en Venezuela, la culpa no puede ser tan ajena a tu propia responsabilidad.

Por eso, cuando el actual presidente se postuló para una reelección de 6 años pensé en el esposo maltratador que luego de golpear sistemática a su mujer le promete que la amará y le dice de hecho que nadie la va a amar como él. 

Nos han herido y los agresores se postulan como solución a nuestras heridas. Somos un país secuestrado, frustrado, con una población triste, herida y sin expectativas mayores a resolver su hambre de cada día. En Venezuela se vive un día a la vez.

Sin embargo, con este panorama tan triste solo me consuela la mirada de Dios. Que no es indiferente aunque sí paciente. Entiendo que superado este período de duro aprendizaje en Venezuela deberá quedar borrada, para siempre, las ideologías extremistas, en especial las de izquierda socialista – comunista, y comenzar una era de gestiones políticas eficientes, prósperas y sobre todo con real sentido demócrata para recibir, gestionar y soltar el poder. Que así sea. Dios los bendiga, nos vemos en la oración.

Luis Tarrazzi

@luistarrazzi

No hay comentarios:

Publicar un comentario