sábado, 16 de septiembre de 2017

¿LA IGLESIA CATÓLICA AVANZA HACIA SU EXTINCIÓN?

Es evidente que la Iglesia Católica está perdiendo fuerza e influencia en el mundo. Negarlo es ser soberbiamente testarudos, como lo fueron Fariseos y Saduceos ante el mensaje de Jesús. Inclusive, si el ojo lo ponemos bien agudo en las letras pequeñas de la sociedad, ¡piensen!, ¿cuántos católicos 100% comprometidos conocemos en nuestro entorno social?, no digo perfectos, digo comprometidos con la doctrina y los dogmas de la Iglesia Católica.

Lo he dicho en talleres y en algunos artículos, entre la fe popular y el sincretismo religioso el catolicismo se ha ido envenenando de mundo y por ende, alejándose del mensaje salvífico de Jesús, que demás está decir señaló, entre otras cosas, que no había venido a derogar la ley sino a darle plenitud. (Mateo 5,17)

Corrientes modernistas, inclusive dentro del mundo consagrado, ante esta realidad han querido “modernizar” a la Iglesia, adaptarla a los tiempos, y muchos lo hacen bajo la consigna: “si no puedes contra ellos, úneteles”. Así, aunque suena repetitivo, la comunión de los divorciados vueltos a casar, el matrimonio homosexual, el aborto, la eutanasia, la corrupción, el egocentrismo, la comodidad y la anticoncepción, por citar solo algunos casos, toman fuerza dentro del seno apostólico y desde afuera esperan que se abran las puertas para invadirnos, saquearnos y expulsarnos de nuestra propia fe, al mejor estilo Babilónico.

¿Qué impide la destrucción total del cristianismo católico?, ¿qué hace que hoy por hoy no seamos un mito pintoresco como la fe de dioses mitológicos como Zeus, Poseidón, Ares, Afrodita, etc? La única respuesta que consigo es Cristo y su promesa de que “ni las fuerzas del infierno podrían contra ella”, y para que su profecía se cumpliera pues es necesario que esas fuerzas infernales estén ahí, acompañando a la Iglesia por 20 siglos desde su fundación y así seguir haciéndonos con asombro la misma pregunta: ¿cómo se sostiene aún esta Iglesia, ante el mundo, siendo tan retrógrada y obsoleta?

En la película del Titanic de James Cameron fue bien pintoresca la escena de los músicos tocando durante el hundimiento del barco y hoy por hoy se nos pide cristianos católicos que durante la tormentas, huracanes, truenos y relámpagos, sigamos fieles, porque aunque Cristo pareciera dormir recordemos que él duerme dentro del barco y no fuera de él, y eso da la certeza de que Dios no se hundirá con nosotros (Mateo 8,23-27). Cuando Dios despierte lo primero que hará es ver cuántos siguen con él, reprenderá a los dubitativos y luego dirá: “¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?”. (Mateo 8,26), entonces se levantará, increpará a los vientos y al mar y sobrevendrá una gran bonanza.

Los modernistas quedarán en evidencia, cuando consciente o inconscientemente se vean de frente ante su señor, el demonio, con sus fuerzas infernales. Y ¡pobre de aquellos que “conociendo la verdad la rechazaron, porque recibirán muchos azotes”! (Lucas 12,47).

El primer salto de fe que todos debemos dar, los católicos del mundo, es quitarnos el salvavidas del por si acaso y seguir orando a Jesús para que despierte en su momento, nos consiga con las lámparas encendidas y nos diga con alegría: “Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del reino preparado para ustedes desde la creación del mundo” (Mateo 25,31 ss). Dios los bendiga, nos vemos en la oración.

Luis Tarrazzi
@luistarrazzi




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