No pocas veces me he conseguido predicaciones o comentarios
de libros que destacando solo el lado humano de Jesús, lo refieren como un
hombre que creciendo en tamaño y sabiduría fue descubriendo su misión y su
naturaleza, una suerte de misterio divino que se hizo velo para su mente.
Estas afirmaciones que inclusive han salido de homilías
sacerdotales (porque las he escuchado) me generan inquietud porque siento que hacen
imperfecto el misterio trino, un solo Dios, sin principio ni fin y por ende SIN INTERRUPCIÓN DE CONCIENCIA.
Uno de los argumentos más usados por los que apoyan esta
exégesis evangélica son estos:
“Y Jesús crecía en
sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres”. Lucas 2,52
O respuestas antipáticas que él daba y que parecía era
corregido por quienes le buscaban, ejemplo:
“Jesús le dijo: «… no
está bien tomar el pan de los hijos para echárselo a los perritos.» Pero ella
le respondió: «Señor, los perritos bajo la mesa comen las migajas que dejan
caer los hijos.» Entonces Jesús le dijo: «Puedes irte; por lo que has dicho el
demonio ya ha salido de tu hija.»” Marcos 7,27-29
Solo por citar dos ejemplos, deseo abordar este tema, con
calma y pidiéndole a Dios su gracia para dejar claro mi argumentación.
1) Si Jesús en algún instante de su vida
humana desconocía su naturaleza divina la Santísima Trinidad se hubiese visto
fracturada en tiempo y constitución, es decir, el único Dios verdadero, el Dios
revelado, hubiese perdido por naturaleza su continuidad. Jesús sería un ser
añadido a la Trinidad y no parte de ella desde siempre y para siempre. En una
oportunidad Jesús dijo: “«En verdad, en
verdad os digo: antes de que Abraham existiera, Yo Soy.»” Juan 8,58. Una
afirmación que requiere más que una suposición, conciencia. No lo hizo en tono de
pregunta, lo afirmó. Y tan bien entendido fue esto que continúa el mismo
capítulo, en el versículo 59, diciendo lo siguiente: “Entonces tomaron piedras para tirárselas; pero Jesús se ocultó y salió
del Templo”.
2) ¿Por qué entonces señala el evangelio
de San Lucas que Jesús crecía en sabiduría y gracia si siendo Dios esto no
debería ser necesario?, la respuesta: su respeto a la
naturaleza humana y a sus tiempos. Es decir, sabemos que un niño hasta cercano
al año no habla, no camina. Más avanzado es que empieza a controlar esfínteres
y hacer sus necesidades en los lugares socialmente destinados para ellos. Leen
a partir de los 6 o 7 años en adelante. Jesús estos tiempos los cumplió ya que
fue igual a nosotros en todo menos en
el pecado.
Recordemos lo que citamos en el Credo, nuestra profesión de
fe: Engendrado, no creado. Esto nos habla
de un Jesús que se deposita en el vientre de María y no que empieza a existir
en él. Pero que, respetando las etapas de la naturaleza humana fue un Dios bebé, Dios niño, Dios adolescente,
Dios joven adulto, Dios adulto. Y en cada etapa vive al tope su divinidad
sin hacerla sobrenatural sino naturalmente perfecta.
3) Jesús al perderse en el templo y ser
hallado por sus padres les dice: ¿Por qué
me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario
estar? Lucas 2,49. El mismo evangelista San Lucas, apóstol de Pablo, nos
presenta a un Jesús de 12 años, antes del bautismo, que ya andaba en las cosas
de Dios Padre y sabía que su padre era Dios. En tiempos judíos nadie llamaba a
Dios Padre.
4) ¿Por qué corregían a Jesús o por qué
este se dejaba corregir? Hay pasajes donde Jesús pareciera dejar claro que no
quiere hacer algo o no era su tiempo de hacerlo, como en las bodas de Caná o en
el pasaje de aquella mujer sirofenicia que tras pedirle ayuda para su hija (que
estaba endemoniada) este le recuerda que no es judía y que por ende no le
corresponde comer de la comida de los hijos de Dios. Esta mujer da una
respuesta “inesperada” para los testigos
y reconociendo su condición de no judía le dice a Jesús que “hasta los perritos
comen de las migajas que caen de la mesa de los amo”. Una respuesta que sin
duda es un gran impulso evangelizador para el mundo gentil, un Dios para todos,
no exclusivo de un pueblo. Creo, y es mi opinión, que Jesús dejaba colar estas
pruebas para el reforzamiento apostólico y la misión evangelizadora de sus
futuros misioneros. Jesús era un educador por excelencia y todo tenía un por
qué en sus manos. Así como en el pasaje de Lázaro que lo van a buscar cuando
este aún vivía, sin embargo Jesús retrasa su partida y el argumento que da es
este: “Esta enfermedad no terminará en
muerte, sino que es para gloria de Dios, y el Hijo del Hombre será glorificado
por ella". Juan 11,4. Jesús
retrasó su ida 2 días después del
anuncio de la enfermedad de Lázaro porque él iba a resucitar a un muerto no
a sanar a un enfermo. ¿Cómo lo sabía?, porque era, es y será siempre Dios, con
el Padre y el Espíritu Santo.
La excesiva humanización de Cristo, que no es mentira pero que
muchas veces oculta su condición divina o la reduce, se ha usado mucho de falsa
misericordia pastoral para justificación de pecados. Pero Cristo dentro de sus
tantas enseñanzas nos dejó una muy clara: la perfección. Cuando Jesús dijo: “Sean perfectos como su Padre celestial es
perfecto” (Mateo 5,48) nos invita a buscar a Dios, a dejarnos moldear por
él, a robustecer nuestra fe sobre la
roca, a aspirar la santidad y a recibir la corona que no se marchita. Así que
cuidado con negar la naturaleza divina de Dios o mostrar a un Jesús cuya
naturaleza divina se vio oculta por su naturaleza humana, porque es y siempre
será: VERDADERO DIOS Y VERDADERO HOMBRE.
Dios los bendiga, nos vemos en la oración.
Luis Tarrazzi
@luistarrazzi