El libro del Levítico (19, 28) expresa lo siguiente: “No haréis incisiones en vuestra carne por los muertos; ni os haréis
tatuaje. Yo, Yahveh (Yo soy Yahveh)." Esto, como muchas otras cosas de
la fe se han relajado o relativizado hasta el punto que como sucede con la
sexualidad y la castidad estos argumentos quedaron como del pasado o algo anecdótico para la fe antigua. Pero esto no es
tan cierto. Jesús dijo claramente que él no había venido a derogar la ley sino
a darle plenitud y también dijo que él no cambiaría ni una tilde de la ley. Así
que sí existen riesgos en desafiar la ley de Dios recibida por nuestros
hermanos mayores en la fe, el pueblo hebreo.
El punto clave de los tatuajes como con otras tantas cosas
que nos suceden en la vida es preguntarnos el por qué hacemos esas cosas. Y
para responder a esa pregunta cabe otra previa: Esto que haré, ¿lo haré para
dar Gloria a Dios? Esa es la gran diferencia de lo que nos santifica de lo que
no nos santifica, de lo que nos acerca a Dios a lo que nos distrae de él.
Muchos de estos temas de tatuajes más allá del hecho de
tatuarse son todos los inconvenientes que puede traer, tales como distorsiones económicas (tengo carencias de comida, ropa pero sí tengo dinero para tatuarme),
problemas familiares (tatuajes que se colocan muchos sin la aprobación
de sus padres siendo menores de edad, incumpliendo el 4to mandamiento?),
problemas de salud (jeringas infectadas), problemas de autoestima y
personalidad (me tatúo por ser aceptado en un grupo, por cubrir una carencia
afectiva, por creer esto me hará mejor). Claro está, no todos los casos son por
esto. Hay personas que se tatúan porque les gusta y punto y esto derivaría en
otros temas, quizás que también invitan a recordar esa afirmación de Jesús: “Donde está tu tesoro ahí está tu corazón”.
En lo particular no soy muy amigo de modas permanentes, porque
la palabra moda es hermana de la palabra cambio. Entonces hacerse
algo permanente por moda es un poco contradictorio. Solo tratemos que lo que
hagamos nunca nos distraiga del amor de Dios. Dios los bendiga, nos vemos en la
oración.
Luis Tarrazzi
@luistarrazzi
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