Cuando estamos en las víspera de un nuevo año, en este caso el 2015 era post cristiana, recuerdo y comparo mi emoción cuando yo iba a comenzar un período escolar nuevo. La pulcritud de los útiles, el uniforme, retomar amistades viejas y abrirme a la posibilidad de conocer gente nueva, todo eso llevaba dentro de mi una serie de metas "emocionales" que me hacían prometerme que este año haría mis tareas a tiempo, sacaría puros 20 y sería el mejor de mi clase en rendimiento y atención. Metas con el pasar de los días y meses se iban diluyendo producto del cansancio, la monotonía, los regaños y muchas cosas más.
Y es que eso precisamente nos sucede a muchos en las vísperas de un año nuevo. Nos trazamos metas, nos convencemos o nos convencen de que este año será mejor. Y lo cierto es que todo es una incertidumbre, porque nuestra real y sincera compañía es EL PRESENTE, el día a día y el protagonista de esa realidad somos nosotros mismos, nuestro ser, nuestro momento de soledad.
Yo no sé Y NADIE LO SABE, por más que existan estafadores del futuro, qué pasará en este 2015 en mi vida y en la que me lea. Pero sí sé que tendremos como herramienta el presente, como protagonista a nosotros mismos y como único y verdadero auxilio a DIOS. Por eso mi mensaje se llama: AÑO EN SOLEDAD, porque solo quien se toma un tiempo para estar solo logra profundizar en el conocimiento de su propio ser y disfruta más de las palabras y la presencia del Creador.
No es un mensaje de aislamiento, de rechazo a las buenas y necesarias compañías. Pero sí es un mensaje de equilibrio, de salirnos de personajes inventados, de pretender ser ante los demás lo que no somos. Las compañias de navidad y año nuevo, aprendí, son muy relativas. Por 31 años disfruté de la cercanía y la compañia de mis padres quienes hoy viven geográficamente algo distantes de mi y hoy, a la par, disfruto de la compañía de mi esposa y por ello comparto y distribuyo tiempo entre mi familia y la de mi esposa que al final es una sola familia. Y así en la vida, en los años, vamos sumando y restando personas, pero nosotros seguimos como un valor absoluto y es por eso que deseo que pasemos un nuevo año 2015 en soledad, es decir, que disfrutemos estar con nosotros mismos y así, en el silencio de nuestra existencia, bien adentro en ese océano donde paceriera que la vida es más lenta y el tiempo no pasa, sintamos el amor profundo e incomparable del Creador, de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios los bendiga, nos vemos en la oración.
Lic. Luis Tarrazzi
Artículos de Opinión y Poesías con el fin de darle una visión cristiana católica a los temas del momento. Formación Apologética Entretenimiento
miércoles, 31 de diciembre de 2014
domingo, 28 de diciembre de 2014
EL HERODES DE MI MENTE
Cada 28 de diciembre la iglesia
nos invita a recordar un acontecimiento dantesco que sin duda debió ser de gran
impacto social y prácticamente insanable para sus dolientes. Fue el día en el
cual Herodes mandó asesinar a todos los niños menores de dos años de edad persiguiendo
un temor, una profecía. En esas épocas donde los reyes siniestros veían
traiciones hasta en sus sombras y el temor de perder el poder era agudo.
Pensando sobre esta fecha pensé
en nuestra actitud ante el pecado y nuestros actos de Herodes para asesinar
nuestra conciencia. Todo pecado, así sea fugazmente, inicia en el pensamiento.
Comparto la idea que Dios nos habla a través de la conciencia cuando, previo
alguna conducta, sentimos un freno, un NO que muchas veces mandamos asesinar.
Jesús habita y nace en todos
nosotros. Vive en nuestro pensamiento y a medida que lo vamos conociendo (con
la catequesis familiar y pastoral) se debe ir asentando y reflejando en
nuestras conductas. Cuando, por el libre albedrío, comenzamos a sentir
tentaciones e invitaciones a pecar, nos visitan los reyes magos del pensamiento
llevándonos o recordándonos el anuncio de que Jesús está en nosotros, que
debemos adorarle y alejarnos del mal camino. Es aquí cuando puede abordarnos
una actitud herodiana y tras escuchar el llamado mandamos asesinar todo
pensamiento restrictivo. Lo barremos todo y luego de intentar borrar a Dios de
nuestra mente, estamos prestos a entregarnos al pecado.
Pero Dios no muere. Nuestra
maldad no le alcanza ni le mancha. Él migra al Egipto de nuestro corazón y
espera, pacientemente a que nuestro Herodes se consuma. Y una vez muere ese
Herodes que nos gobierna, él regresa triunfante para habitar nuevamente el
Belén de nuestro pensamiento.
No obstante no siempre se logra
ese final feliz. Porque muchas veces el amor a Herodes es tan grande que cuando
él muere morimos con él. Porque Jesús siempre triunfará sobre el pecado, sobre
el mal, pero su triunfo sobre nosotros no está garantizados porque somos LIBRES
de amarle o rechazarle. Jesús no es vencido, somos nosotros los derrotados.
El día de los santos inocentes,
fuera de las bochornosas bromas que hoy inspira, es un día para recordarnos que
nosotros hoy también podemos intentar asesinar a Jesús, porque tememos que
nuestras vidas de placeres y excesos sucumban, porque tememos entregar el trono
a su único y verdadero dueño. Que Dios los bendiga, nos vemos en la oración.
Lic. Luis Tarrazzi
martes, 2 de diciembre de 2014
NI GOLPE NI ELECCIONES: LA TERCERA OPCIÓN
La situación de
Venezuela es tan crítica, tan dañina, tan impredecible, que literalmente el
país vive sumergido en odios, expresados o no, que nos han hecho desconfiar y
dudar de todos, viviendo sumergidos en una tristeza que no acaba.
¿Los culpables?,
principalmente quienes nos gobiernan, ellos han motivado a una parte del país,
la de menos preparación académica, la que es denominada como “los pobres” a
odiar a sus empleadores y comerciantes. Y por otra parte, todos quienes nos
oponemos a este sistema de gobierno porque desde este lado de la acera hay
humillaciones, desprecios y marginación hacia ese sector que apoya, por interés
u/o convicción, a este sistema de gobierno.
Lo cierto es que la
salida a un gobierno comunista y socialista muchos la ven con golpes de estados
y algo parecido a guerras civiles. Eso, dejando claro que no lo deseo, es
absurdo por dos razones. La primera, porque los golpes de estados los dan los
militares y estos están altamente comprometidos a favor de este sistema de
gobierno que los ha favorecido enormemente. Y la segunda razón, porque la
salida rápida de este sistema político dejará a un país ingobernable,
ingobernable no a nivel institucional porque eso con una constituyente se resolvería,
sino a nivel de gente, gente que se ha acostumbrado a vivir de las dádivas, por
las enormes mafias que se han desarrollado en nuestras calles, por la
corrupción, por la aguda crisis de las cárceles, por la aguda crisis de la
delincuencia asesina que tenemos.
La otra realidad es
que gobiernos como este, desde su poder ejecutivo más alto, difícilmente salen con votos.
Eso es verdad. Y eso ocurre porque así no haya trampa (algo que es
legítimamente dudoso no afirmar), el desequilibrio electoral desde la
institución hasta el poder del estado en medios de comunicación y recursos le
favorece enormemente. Sin contraloría, sin un congreso que regule y detenga
abusos en los usos de los recursos del país para campañas electorales, las
posibilidades de salir de esto con votos son casi nulas.
Por eso, como
cristianos, como país de fe, como país donde María Santísima ha posado sus pies
(Guanare y Betania) debemos apostar a una salida más impredecible pero más segura.
Para muchos quizás absurda y estéril, pero que al final es la más cónsona con
una verdad irrefutable, y es que con Dios el bien SIEMPRE TRIUNFA. Esa salida
es la ORACIÓN DE CONVERSIÓN POR NUESTROS GOBERNANTES. Si puede haber un punto
de fuerza y desequilibrio para cualquier gobierno de estas características es
la CONVERSIÓN. Por eso los gobiernos comunistas siempre viven en guerra con la
fe, con la Iglesia.
Una conversión puede
hacer cambios en políticas públicas acertadas, puede generar renuncias de
corruptos, puede llevar a cualquier a pedir perdón por sus abusos. El poder de
la oración puede cambiar instituciones completas, derribar muros, liberar
presos y los más importante ATAR A LOS DEMONIOS de alta jerarquía, que ejercen
TERRIBLES TENTACIONES sobre quienes tienen el poder.
Oremos con la fe del
padre del hijo pródigo, perdonemos con el amor que desde la Cruz Jesús profesó
por quienes le habían colocado ahí. Y amemos esta tierra con la pasión con la
que Dios Padre entregó a su único hijo Jesús para la salvación del mundo. Dios
los bendiga, nos vemos en la oración.
Lic. Luis Tarrazzi
jueves, 27 de noviembre de 2014
FAMILIAS DORMITORIO
La familia podríamos
definirla como el sagrario de la fe, en ella se custodia y transmiten los
valores esenciales de la vida. Quien no conoce a Dios desde su familia, desde
su educación inicial, vivirá una vida de fe más difícil, caminará en un
desierto, y no todos encuentran el oasis donde habita la Trinidad Santa, su
morada, la familia de las familias, familia que incorpora, no como Dios sino como Madre, Sierva y Esposa, a María Santísima.
Pero la familia de
los hombres es vulnerable y en ella pueden haber motores que impulsen la maldad
o la apatía, y de esta última condición (la apatía) será de la que hablaré. La
familia moderna vive abrumada por roles desvirtuados. Primero la excesiva
ocupación de los padres genera espacios de ausencia en el hogar y luego, como
es normal, el vertiginoso ritmo de vida hace que los espacios de encuentro
estén ocupados por instrumentos de distracción como la televisión, el internet,
los celulares o simplemente, algo más biológico, el necesario sueño. Así, los
hogares son como las ciudades que quedan apartadas de las grandes urbes y que
se han denominado ciudades dormitorios.
Una familia
dormitorio comparte solo el espacio, pero dentro de ese espacio hay divisiones
que muchas veces son impenetrables, voluntaria o involuntariamente. En ella la
comunicación es débil, justa. En ella se puede comer lo mismo pero casi nunca al mismo
momento. En ella las risas son escazas, pero las hay. En ellas puede que exista
la oración, pero privada, no familiar. Quizás porque invitar a otro miembro a
participar de de ella nos dilataría del ya cómodo ritmo de oración que
nosotros imponemos, a nuestra medida. Las familias dormitorio están juntas en el dormir aunque no comparten los mismos sueños.
No quería dejar de
comentar que con el crecimiento de grupos feministas y con el mismo machismo la
situación se agrava en vez de mejorar. A veces veo la radicalidad con la que
estos grupos feministas defienden los derechos de la mujer “POR QUERER SER COMO
LOS HOMBRES”, trabajar donde trabajan los hombres, abortar sin restricciones,
control de natalidad porque “yo mujer” decido cuando ser madre (si quiero
serlo). Y todo esto se suma a unos hombres que ejercen en el otro extremo
violencia sobre la mujer, impidiéndole la educación, su feminidad, haciéndoles
entender que son menos (como en la fe islámica). Se ha restado importancia al
valor de atender el hogar por parte de la mujer, para mí, la empresa más dura y
difícil de administrar. Se ha perdido el amor por ser MADRES y PADRES de
familia siendo sencillamente YO, el que tiene derecho a placeres sin límites.
Y ahí los hijos son accesorios, son “cosas” y no “personas” que forman parte de
eso que llamamos matrimonio (si se casan) y luego familia.
Las familias
dormitorio no tienen almohadas, porque el peso de la culpa les impide descansar
aunque puedan dormir. Las familias dormitorio serán probablemente las más
exitosas del mundo, porque todo lo habrán alcanzado con esfuerzo (casa, carros,
bienes y servicios, vacaciones inolvidables) pero serán las que con el paso del
tiempo vivirán más solas, se diluirán cuando sus miembros más jóvenes
constituyan nuevas familias dormitorio y ya no podrán dormir con sus antigua
familias, no por no querer, sino porque sus estilos de vida se los impedirán.
Ojalá Dios y la fe brillen,
con humildad y paz, en nuestras familias, que aunque tengamos poco o lo justo,
seamos familias para la vida y la santidad y no solo para compartir espacios.
Dios los bendiga, nos vemos en la oración.
Lic. Luis Tarrazzi
miércoles, 19 de noviembre de 2014
¿CÓMO CONTRARRESTAR EL ISLAM?
Tres aspectos
mencionaré para abordar esta interrogante:
1) Papel de
los cristianos católicos
2) Papel de
los cristianos NO católicos
3) Integración
de nuestros hermanos mayores, la fe judía.
Prólogo para artículo:
Mis recientes opiniones sobre el Islam,
incluyendo una en audio cargada en youtube, pudieran catalogarme de un anti
islamista, pero de corazón no es así. Sin embargo sí pienso que alrededor del
Islam hay un rápido y creciente ascenso de fundamentalismo, de violencia y de
imposición de la fe, a la fuerza, que no solo a mi debe preocupar. Nuestra fe
cristiana ya vivió una etapa gris y conoce los resultados de buscar imponer la
fe por la fuerza, algo que conlleva a futuro a injusticias y la percepción del
desprecio a todo lo sagrado, aumentando la búsqueda del secularismo y el
relativismo. Algo así como que Dios estaría siendo víctima de malos
publicistas.
Lo único que hace al islam
compatible con la fe cristiana católica, a grandes rasgos, en su adoración
monoteísta al Padre Creador de todas las cosas, visibles e invisibles. Y como
rasgo menor que ven en Jesús a un gran profeta. A este elemento lo llamo “rasgo
menor” porque, para mi pobre enfoque, no reconocer a Jesús como Dios mismo y
como hijo de Dios es prácticamente no reconocerlo.
Ante una escalada de una fe que
etiqueta de “infiel” a todo el que no reconozca el Corán y que se ha ido
adueñando de gobiernos y países, contaminando las mentes de jóvenes sin
identidad, en su ala más extremista, debemos tener alguna reacción más allá de
la pasividad.
Papel de los cristianos católicos
Los seres humanos por naturaleza necesitan
una identidad y pienso esto aplica tanto para lo material (la conducta) como
para lo espiritual. Este dualismo conforma el SER. El extremo más pobre de este
existencialismo lo encontramos en el ateísmo y el secularismo y el lado más
agudo en el fundamentalismo (de cualquier denominación religiosa). Así todo
cristiano católico debe tener orgullo de su identidad espiritual y ese orgullo
se consuma, se hace real, en la conducta humana. Como explica el apóstol
Santiago: “La fe sin obra en una fe muerta”. La pérdida de esta identidad conlleva a la apatía de
quizás ni siquiera plantearnos, desde nuestra militancia laica y seglar (sin
generalizar) una abierta lucha al secularismo, permitiendo que
crezcan corrientes religiosas como el Islam, que se presumen la mano de
la justicia de Dios. El secularismo trae caos porque va de la mano con el
relativismo. Al no existir nada malo, nada que cuestionar, los derechos se
pisan entre sí y esto conlleva a que se busquen medidas de disciplina social
fuertes y determinantes y es aquí donde el Islam toma fuerza. Es como se decía
en la Venezuela de finales del siglo XX que “aquí lo que hacía falta era una
mano dura como la del dictador Marcos Pérez Jiménez”; los resultados ahora nos
explotan en la cara. Los cristianos católicos tenemos que activarnos no como
cruzados sino desde una oración con causa, es decir, aprender primero cómo orar
para luego establecer motivos de oración. Hacer dimicatios que aten las
influencias del demonio en nuestras sociedades y gobernantes, hacer conciencia
de la Eucaristía y su adoración sincera y sobre todo RETOMAR ESPACIOS PÚBLICOS
DE FORMACIÓN donde ya la Iglesia sencillamente no tiene presencia, algo que ha
hecho que estemos evangelizándonos, cantándonos y predicándonos a nosotros
mismos, como dijo recientemente el Santo Padre Francisco: “estamos peinando
ovejas”, añadiendo yo, a puertas cerradas y de forma segura.
Papel de los cristianos NO católicos
Aunque creo que sonará feo esto que
diré, ¡Ya basta de este infantilismo doctrinal que practican muchos
protestantes de ver en la fe cristiana católica su horizonte pastoral de
ataque! Cuando el verdadero mal surge por fuentes no cristianas. Muchos de estos
hermanos ha preferido la pastoral sencilla (aunque duela decirlo) de sacar
católicos de su fe para incorporarlos a la de ellos. No discutiré por qué están
equivocados en esta postura, porque ese no es el fin de este artículo, pero sí
cuestionaré que la división entre cristianos debilita la presencia y acción de
Jesús como salvador en el mundo. Jesús lo advertía sobre el fracaso de un reino
dividido y este concepto sí que lo ha entendido bien el diablo a la hora de
contrarrestar la eficiencia de esta fe, viéndose ahora suplida por una
fe islámica, desde donde hoy se cometen atrocidades criminales peores que las
de cualquiera que no crea en Dios y haga el mal. Desde la fe católica el protestantismo
no es percibido como una enemiga, quizás antes lo fue y ambos se hicieron mucho
daño, pero en ese el cristianismo católico ha crecido y mucho. Y tenemos que
unirnos sin sabotearnos, sin herirnos, mostrando el mensaje de Jesús bien sea
solo desde la biblia (los protestantes) o sumando la biblia los sacramentos, la
tradición y la asesoría sacerdotal (católicos)
Integración de nuestros hermanos mayores, la
fe judía
La fe hebrea, nuestros hermanos mayores en la
fe (llamados así por San Juan Pablo II), son y serán siempre el pueblo escogido
por Dios. De ellos heredamos el conocimiento y amor por Dios. En esta fe María
y Jesús fueron formados y el cristianismo no es la sustitución de esta fe, sino
en cierta forma, es su plenitud. Jesús es el mesías que esperaban los hermanos
Judíos y su reconocimiento, aunque no se dio, aún está con las puertas
abiertas. El judaísmo está invitado a crecer y sumarse al cristianismo y así dar
plenitud al mensaje de salvación. Ellos son nuestros hermanos, hermanos de fe y
salvación. Pero más allá de si esta unión está cercana o lejana de darse, lo
cierto es que como aliados ante la creciente fuerza del extremismo islámico es
muy importante. Es verdad que el judaísmo ha sufrido y mucho. El solo
holocausto vivido en el siglo XX bastaría para que ellos no quieran saber nada
de luchas y confrontaciones. Pero es que percibo que algo, peor y más masivo,
que el nazismo crece en el mundo con un objetivo fijo, acabar con el
cristianismo y las libertades de culto, incluyendo la fe hebrea.
Como REFLEXIÓN FINAL hay algo que no está en los puntos de inicio pero
que podría, fácilmente, ser el cuarto punto;y es la propia postura interna de
quienes practican el Islam. Yo escucho mucho que no todo el Islam es así y
seguramente es cierto. Pero si dentro de sus practicantes no hay un esfuerzo
creíble de presentar una postura más digerible de esta fe, sobre todo a
nivel de los gobiernos de credo islamista, sencillamente eso se traduciría como
una complicidad interna, una placebo diplomático que buscaría atenuar las
críticas sin develar el verdadero propósito del Islam (solo como reflexión).
Dios los bendiga, nos vemos en la oración.
Lic. Luis Tarrazzi
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