La situación de
Venezuela es tan crítica, tan dañina, tan impredecible, que literalmente el
país vive sumergido en odios, expresados o no, que nos han hecho desconfiar y
dudar de todos, viviendo sumergidos en una tristeza que no acaba.
¿Los culpables?,
principalmente quienes nos gobiernan, ellos han motivado a una parte del país,
la de menos preparación académica, la que es denominada como “los pobres” a
odiar a sus empleadores y comerciantes. Y por otra parte, todos quienes nos
oponemos a este sistema de gobierno porque desde este lado de la acera hay
humillaciones, desprecios y marginación hacia ese sector que apoya, por interés
u/o convicción, a este sistema de gobierno.
Lo cierto es que la
salida a un gobierno comunista y socialista muchos la ven con golpes de estados
y algo parecido a guerras civiles. Eso, dejando claro que no lo deseo, es
absurdo por dos razones. La primera, porque los golpes de estados los dan los
militares y estos están altamente comprometidos a favor de este sistema de
gobierno que los ha favorecido enormemente. Y la segunda razón, porque la
salida rápida de este sistema político dejará a un país ingobernable,
ingobernable no a nivel institucional porque eso con una constituyente se resolvería,
sino a nivel de gente, gente que se ha acostumbrado a vivir de las dádivas, por
las enormes mafias que se han desarrollado en nuestras calles, por la
corrupción, por la aguda crisis de las cárceles, por la aguda crisis de la
delincuencia asesina que tenemos.
La otra realidad es
que gobiernos como este, desde su poder ejecutivo más alto, difícilmente salen con votos.
Eso es verdad. Y eso ocurre porque así no haya trampa (algo que es
legítimamente dudoso no afirmar), el desequilibrio electoral desde la
institución hasta el poder del estado en medios de comunicación y recursos le
favorece enormemente. Sin contraloría, sin un congreso que regule y detenga
abusos en los usos de los recursos del país para campañas electorales, las
posibilidades de salir de esto con votos son casi nulas.
Por eso, como
cristianos, como país de fe, como país donde María Santísima ha posado sus pies
(Guanare y Betania) debemos apostar a una salida más impredecible pero más segura.
Para muchos quizás absurda y estéril, pero que al final es la más cónsona con
una verdad irrefutable, y es que con Dios el bien SIEMPRE TRIUNFA. Esa salida
es la ORACIÓN DE CONVERSIÓN POR NUESTROS GOBERNANTES. Si puede haber un punto
de fuerza y desequilibrio para cualquier gobierno de estas características es
la CONVERSIÓN. Por eso los gobiernos comunistas siempre viven en guerra con la
fe, con la Iglesia.
Una conversión puede
hacer cambios en políticas públicas acertadas, puede generar renuncias de
corruptos, puede llevar a cualquier a pedir perdón por sus abusos. El poder de
la oración puede cambiar instituciones completas, derribar muros, liberar
presos y los más importante ATAR A LOS DEMONIOS de alta jerarquía, que ejercen
TERRIBLES TENTACIONES sobre quienes tienen el poder.
Oremos con la fe del
padre del hijo pródigo, perdonemos con el amor que desde la Cruz Jesús profesó
por quienes le habían colocado ahí. Y amemos esta tierra con la pasión con la
que Dios Padre entregó a su único hijo Jesús para la salvación del mundo. Dios
los bendiga, nos vemos en la oración.
Lic. Luis Tarrazzi
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