jueves, 5 de septiembre de 2019

LAS TRES IGLESIAS CATÓLICAS


Tiempos difíciles para la Iglesia siempre han existido, en todos los siglos, desde su nacimiento. Hoy, cercanos al primer cuarto del siglo XXI lo que podríamos decir es que vivimos tiempos masivamente difíciles. ¿Por qué masivos?, porque hoy todo se divulga con una rapidez que en tiempos atrás creo era difícil de imaginar.

Hablar de la evolución de la Iglesia muchos la entienden como desecho de lo pasado y comprensión integrada del presente. Así surge la Iglesia más reciente, la liberal. Esta tiene sus laicos y consagrados. Es una Iglesia abierta a acoger practicamente todo lo que hoy camina en el mundo como corrientes modernas del pensamiento. 

La otra Iglesia, la de la resistencia, es la Iglesia tradicional - ortodoxa (nombre colocado por los liberales). Es la Iglesia que puede rayar en el exacerbado predicamento del cumplimiento de la ley. Una Iglesia dura, porque intenta ser fiel a los fundamentos de los Padres y Doctores de la Iglesia. Es una Iglesia normativa, blanco o negro. Esta tiene sus laicos y consagrados. Es una Iglesia cerrada a los cambios o por lo menos celosa de los mismos. 

La tercera Iglesia es la de los relativos (no confundir con los liberales). En ellos encontramos los que con la bandera de la misericordia de Dios (que sí existe y es infinita) se vuelven coaching adaptivos del ser. Es una Iglesia de pocos frutos de conversión pero de las tres que he mencionado es la más exitosa y siento la que más busca la gente. Esta tiene sus laicos y consagrados. Es una Iglesia abierta y cerrada a los cambios (abierta a los que genera el coaching pero cerrada a las críticas). Es la Iglesia de los "sabios" de hoy, poca consultora de las bases doctrinales. Sabe decir lo que la gente quiere escuchar. 

Aquí la frase dura mía: Ninguna de las tres que he mencionado es la Iglesia de Dios.

Hoy más que nunca todos los  bautizados tienen que invocar los dones del Espíritu Santo, en especial con el discernimiento, para saber oler lo que es de Dios y aborrecer lo que no es de él. La Iglesia de Dios:

Es sacramental
- Camina con el Papa, ni adelante ni atrás.
-  Comprende que somos pecadores y educa en el dolor de las faltas.
- Promueve conversión en el encuentro con Dios y no adaptación a realidades finitas, egoístas e intrascendentes.
- Se forma de base en el catecismo, es conocedora de toda la Palabra de Dios y alienta a la santidad.
- Predica la justicia, la misericordia y la fe (Mateo 23,23). Justicia que deriva en salvación o condenación, misericordia porque nada nos aparta de su amor (Romanos 8:35-39) y fe que tiene como principal norte la confianza en la Providencia, en exclusividad y fidelidad.
No es excluyente en el amor pero sí celosa en el practicar. No entiende el ecumenismo como una depuración de lo no común, sino como un proceso guiado por Dios donde el catolicismo entra plenamente.
- Es una Iglesia donde sus laicos se comprometen con predicar lo dado, lo plasmado en sus doctrinas y dogmas.
- Es una Iglesia humilde, pobre de espíritu, cercana al necesitado, respetuosa y orgullosa de la vida de sus santos (muchos de ellos mártires) honrando sus memorias por lo que defendieron y predicaron.
 -No es personalista, es cristocéntrica.
- Es litúrgica. La misa se vive sin inventos ni excentricidades, donde todo gira en la Eucaristía (sacramento de nuestra fe).
Ama a María Santísima.
- Promueve las vocaciones, honra la castidad y defiende la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
- No denigra las tendencias homosexuales pero las educa para el encuentro en Jesús, que inspire castidad y/o sanación de heridas emocionales.

Esta lista podría ser interminable, pero me preocupa que estos cismas sutiles que vemos afecten la pureza de nuestra fe, una fe de Cruz, de redención, de amor y salvación. Oremos por nuestra Iglesia Católica. Dios los bendiga, nos vemos en la oración.

Luis Tarrazzi
@luistarrazzi


No hay comentarios:

Publicar un comentario