No pretendo que todos estén de acuerdo con lo que aquí escribiré; es más, inclusive conversando con sacerdotes sobre el tema hay diferencias de opinión. Lo cierto es que en mi no corta experiencia en la preparación a este sacramento, siempre con jóvenes del 4to año de educación media general o bachillerato, jóvenes que están entre los 15 y 16 años, he recordado muchísimo las palabras de Jesús: “"no está bien tomar el pan de los hijos para echárselo a los perritos." Si bien en muchas oportunidades hemos hablado de los riesgos salvíficos que implica comer a Cristo indignamente, no menos deberíamos sentir ese celo por lo sagrado a la hora de facilitarle a una persona acceder a cualquier sacramento, en especial el de la comunión, confirmación y el matrimonio.
Desde las primeras comuniones que se hacen con niños de 10
años (promedio) cursantes de un cuarto grado, pasan casi 6 años para que un
joven, bombardeado por anti valores cristianos decida confirmarse. Muchos, coherentes con sus incoherencias, rechazan el sacramento, y otros van a él con pésimas concepciones doctrinales,
sin saber qué van a defender ni vivir. Y ante esto he escuchado argumentaciones
como estas: “Si se agotan todos los sacramentos en la etapa de niños, ¿cuándo
los vuelves a recuperar?”; ó “no somos quienes para negar un sacramento”, ó “nuestra
tarea es sembrar, ya Dios hará el resto”. Creo la médula del problema fue dejar
contaminar la experiencia sacramental en superficialidades, símbolos y ritos
vacíos, ajenos al sacramento, e incluir tanta apariencia que nos recuerda esas tumbas vacías de las
que hablaba Jesús, blancas por fuera pero podridas y llenas de huesos por
dentro. Honestamente creo que ¡ya basta!
Una propuesta inicial, porque siento que a nivel de colegios
funciona bien, es aplicar la
confirmación en jóvenes de 12 años, que en promedio cursen un 6to grado de
primaria. Yo en lo particular, en mi experiencia de aula de 5to y 6to grado,
desarrollé con jóvenes de estas edades debates sobre la vida, la castidad, lo
sagrado, el aborto, la eutanasia, la homosexualidad, etc y noté inclusive mucha
más madurez y respeto a los temas que los que tenía ya con adolescentes de
media general (4to año). Y ante esto no podemos colocarnos un antifaz ni ser
mediocres. Yo he sido cómplice de estas falsas vivencias sacramentales y hay
que hacer algo, y pronto. Dios merece respeto. Es un tema de conferencias episcopales, como me decía un
sacerdote amigo, de decidir y aplicar. O se
termina de quitar la formación de la confirmación a los colegios católicos y se
canalizan todas a nivel de
parroquias, o se aplica el sacramento de la confirmación en jóvenes de 12 años
(opción que en lo particular me gusta más).
El otro aspecto es ¿qué hacer con los jóvenes de media
general si ya se agotan todos los sacramentos de iniciación en 6to grado o a
los 12 años? En lo particular pienso desde primer año hasta quinto año se podría
reparar otro gran atropello sacramental que es el del matrimonio y la vida en
familia. Los cursos pre matrimoniales en muchas parroquias dan vergüenza. El mío
duró un sábado, ¡imagínense!, un sábado para un sacramento que es para toda la
vida. Así, se puede enfocar la educación de los adolescentes en la educación
familiar cristiana, el matrimonio, la vida en familia, la paternidad, la
fidelidad, el compromiso, la santificación del hogar, en resumen, la Iglesia
Doméstica.
Por eso esta es una propuesta que la culmino con una pregunta,
en especial a nuestro administrador apostólico Cardenal Baltazar Porras, ¿se
puede preparar para la confirmación a jóvenes de 12 años a nivel de colegios? Y
lo pregunto porque es una propuesta que quiero hacer al colegio para el cual actualmente
laboro. Pienso que con ello evitaríamos muchos fenómenos que en nada favorecen
la fe, como la negación a vivir este importante sacramento y sobre todo la
incoherencia de confirmar a quienes no quieren vivir ni defender los valores
cristianos católicos. Dios los bendiga, nos vemos en la oración.
Luis Tarrazzi
Twitter: @luistarrazzi
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