jueves, 27 de junio de 2019

¿Y AHORA SACERDOTES CASADOS?


En el mundo de la inmediatez cualquier comentario o situación particular suele hacerse viral cuando por encima de todo se desea crear ruido. Y en este particular la Iglesia Católica ya tiene un doctorado de manejo de especulaciones por parte del periodismo cuando se ejerce de forma irresponsable y de la ignorancia social, masiva, que opina sin profundizar, solo se quedan en los títulos.

Así ha ocurrido con el más reciente caso del Sínodo de la Amazonía  del cual se le solicita al Santo Padre Francisco estudiar la posibilidad de ordenar sacerdotalmente a personas ancianas, de preferencia indígena, aunque ya tengan familias constituidas, estables. Esto en un resumen simplista se ha traducido en diferentes medios como que el Vaticano va a eliminar el celibato en el sacerdocio o que va a ordenar a personas casadas sacramentalmente.

En mi modo de entender esto y teniendo como preámbulo que el Espíritu Santo es quien guía la Iglesia, el celibato en el sacerdocio es deseo de Dios. De hecho el mismo Jesús lo destacó como una virtud cuando hablaba de los eunucos por el Reino de Dios. Por lo tanto el pensar que se va a eliminar el celibato en el sacerdocio establecido es de por sí, en la actualidad, una falacia. Sobre incluir en el grupo de los consagrados del sacramento del orden a personas casadas, a la ligera, tampoco lo veo planteado acá, pero no olvidemos que dentro de la Iglesia Católica existe algo que se llama el diaconado permanente, que de hecho lo viven personas sacramentalmente casadas y que pueden ejercer funciones sacramentales como presidir bautizos, bodas, dar la comunión (aunque no consagran) y dirigir celebraciones de la palabra. En tal razón si en un futuro, dentro de esta estructura ya existente, la Iglesia Católica viera la necesidad de darle atribuciones plenas a un diácono permanente para elevarlo al rango sacerdotal eso no me correspondería a mi juzgarlo. Si viene de la Iglesia y del Papa, que entiendo jamás puede ser un hereje por su dogma de infalibilidad, pues bienvenida sea la medida.

Ahora puntualmente sobre el tema de la Amazonía hay que saber leer razones para evaluar soluciones. En la región hay comunidades que no están viviendo el sacramento eucarístico por una aguda crisis sacerdotal, es decir, no hay sacerdotes. Y como lo señala el artículo de vidanuevadigital  “en la Iglesia tiene más importancia la Eucaristía que el celibato. Sin Eucaristía no hay vida eterna ni comunidad; sin celibato puede haber Eucaristía” Y creo que esto recoge en esencia el sentido de la medida. Orar por las vocaciones sacerdotales santas y célibes es menester en estos temas pero también respeto que se busquen soluciones de cara a la autoridad del Papa. Ellos no están imponiendo la medida y marcando un cisma, están proponiendo algo que en Octubre llegará al Papa y derivará en una decisión.

En estos casos sugiero orar por el Papa, acompañar con prudencia a la Iglesia, no caer en los juicios a priori y dejar a Dios ser Dios. Porque por el fariseísmo hebreo tuvieron al Mesías esperado frente a ellos y no supieron reconocerlo.

Creo que el mejor consejo de cómo acompañar las cosas de Dios, hoy más seguro desde el papado, lo dio aquel fariseo llamado Gamaliel, que en el capítulo 5 de los Hechos de los Apóstoles al ver los deseos de matar a Pedro y los apóstoles dijo lo siguiente: “«Israelitas, mirad bien lo que vais a hacer con estos hombres. Porque hace algún tiempo se levantó Teudas, que pretendía ser alguien y que reunió a su alrededor unos cuatrocientos hombres; fue muerto y todos los que le seguían se disgregaron y quedaron en nada. .Después de éste, en los días del empadronamiento, se levantó Judas el Galileo, que arrastró al pueblo en pos de sí; también éste pereció y todos los que le habían seguido se dispersaron. Os digo, pues, ahora: desentendeos de estos hombres y dejadlos. Porque si esta idea o esta obra es de los hombres, se destruirá; pero si es de Dios, no conseguiréis destruirles. No sea que os encontréis luchando contra Dios.»"  A buen entendedor, pocas palabras. Dios los bendiga, nos vemos en la oración

Luis Tarrazzi
Twitter: @luistarrazzi



martes, 4 de junio de 2019

NO MÁS CONFIRMACIONES EN ADOLESCENTES


No pretendo que todos estén de acuerdo con lo que aquí escribiré; es más, inclusive conversando con sacerdotes sobre el tema hay diferencias de opinión. Lo cierto es que en mi  no corta experiencia en la preparación a este sacramento, siempre con jóvenes del 4to año de educación media general o bachillerato, jóvenes que están entre los 15 y 16 años, he recordado muchísimo las palabras de Jesús: “"no está bien tomar el pan de los hijos para echárselo a los perritos." Si bien en muchas oportunidades hemos hablado de los riesgos salvíficos que implica comer a Cristo indignamente, no menos deberíamos sentir ese celo por lo sagrado a la hora de facilitarle a una persona acceder a cualquier sacramento, en especial el de la comunión, confirmación y el matrimonio.

Desde las primeras comuniones que se hacen con niños de 10 años (promedio) cursantes de un cuarto grado, pasan casi 6 años para que un joven, bombardeado por anti valores cristianos decida confirmarse. Muchos, coherentes con sus incoherencias, rechazan el sacramento, y otros van a él con pésimas concepciones doctrinales, sin saber qué van a defender ni vivir. Y ante esto he escuchado argumentaciones como estas: “Si se agotan todos los sacramentos en la etapa de niños, ¿cuándo los vuelves a recuperar?”; ó “no somos quienes para negar un sacramento”, ó “nuestra tarea es sembrar, ya Dios hará el resto”. Creo la médula del problema fue dejar contaminar la experiencia sacramental en superficialidades, símbolos y ritos vacíos, ajenos al sacramento, e incluir tanta apariencia que nos recuerda esas tumbas vacías de las que hablaba Jesús, blancas por fuera pero podridas y llenas de huesos por dentro. Honestamente creo que ¡ya basta!

Una propuesta inicial, porque siento que a nivel de colegios funciona bien, es aplicar la confirmación en jóvenes de 12 años, que en promedio cursen un 6to grado de primaria. Yo en lo particular, en mi experiencia de aula de 5to y 6to grado, desarrollé con jóvenes de estas edades debates sobre la vida, la castidad, lo sagrado, el aborto, la eutanasia, la homosexualidad, etc y noté inclusive mucha más madurez y respeto a los temas que los que tenía ya con adolescentes de media general (4to año). Y ante esto no podemos colocarnos un antifaz ni ser mediocres. Yo he sido cómplice de estas falsas vivencias sacramentales y hay que hacer algo, y pronto. Dios merece respeto. Es un tema de conferencias episcopales, como me decía un sacerdote amigo, de decidir y aplicar. O se termina de quitar la formación de la confirmación a los colegios católicos y se canalizan todas a nivel de parroquias, o se aplica el sacramento de la confirmación en jóvenes de 12 años (opción que en lo particular me gusta más).

El otro aspecto es ¿qué hacer con los jóvenes de media general si ya se agotan todos los sacramentos de iniciación en 6to grado o a los 12 años? En lo particular pienso desde primer año hasta quinto año se podría reparar otro gran atropello sacramental que es el del matrimonio y la vida en familia. Los cursos pre matrimoniales en muchas parroquias dan vergüenza. El mío duró un sábado, ¡imagínense!, un sábado para un sacramento que es para toda la vida. Así, se puede enfocar la educación de los adolescentes en la educación familiar cristiana, el matrimonio, la vida en familia, la paternidad, la fidelidad, el compromiso, la santificación del hogar, en resumen, la Iglesia Doméstica.

Por eso esta es una propuesta que la culmino con una pregunta, en especial a nuestro administrador apostólico Cardenal Baltazar Porras, ¿se puede preparar para la confirmación a jóvenes de 12 años a nivel de colegios? Y lo pregunto porque es una propuesta que quiero hacer al colegio para el cual actualmente laboro. Pienso que con ello evitaríamos muchos fenómenos que en nada favorecen la fe, como la negación a vivir este importante sacramento y sobre todo la incoherencia de confirmar a quienes no quieren vivir ni defender los valores cristianos católicos. Dios los bendiga, nos vemos en la oración.

Luis Tarrazzi
Twitter: @luistarrazzi