10 de mayo de 2021 - 2:48 PM | ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN HOY 2:58 pm
Sacerdotes desafían no del Vaticano y bendicen parejas homosexuales en Alemania
Fuente: https://www.aciprensa.com/noticias/sacerdotes-desafian-no-del-vaticano-y-bendicen-parejas-homosexuales-en-alemania-30127
Algunas personas creen que los problemas de fe en la Iglesia son porque no casamos parejas homosexuales, el celibato de los consagrados, no apoyar el derecho al aborto y no fomentamos la mal llamada muerte digna (eutanasia). Algunos piensan que abriendo los pensamientos y deseos de la mundanidad al plano de la fe es lo que requiere una Iglesia ensimismada en sí misma, fuera de la lógica de los tiempos, que no camina con los deseos de su feligresía. Y a todos los que creen eso les diré: los problemas no vienen por lo que la Iglesia no permite, sino por lo que hemos dejado de hacer con pasión (EVANGELIZAR).
Las cabezas de la Iglesia Alemana, han dado una
respuesta que estoy seguro que el mundo en su mayoría aplaude. Y los llamarán
valientes, iluminados, progresistas. Mientras la otra ala de la fe, que no
estamos de acuerdo con esas adaptaciones, encerramos nuestro mensaje kerigmático
a solo hacer apologética de lo que queremos no cambie. Y en todo esto ¿dónde
está Jesús, el evangelio, su poder, misericordia, justicia, verdad?
No tenemos respuesta para las consecuencias, pero sí
respondemos al marketing del presente. Creemos que la fe católica está llamada
a ser mayoría, pero a las mayorías no las persiguen, las martirizan ni crucifican. Queremos una fe sin cruz, sin dolor, sin sacrificios. Muchos verán
la evangelización del mañana como un espacio de animación, de motivación
personal.
Los homosexuales no serán más amados por Dios porque
un sacerdote los bendiga, ni menos porque no lo hagan. Los abortuarios no serán
menos criminales porque el Papa les diga “tenían razón”. Y estos no serán los primeros
pastores (obispos y consagrados) que hagan un daño terrible a los creyentes, ni tampoco los últimos.
Solo diré que la mejor opción para esta Iglesia de Alemania, si decide
tomar este camino, es que nos permita a los católicos seguir unidos a la vid y
ellos, a ejemplo de la Iglesia anglicana, sigan el suyo. Confundir, separar,
valerse de una tradición milenaria para impulsar proyectos divorciados del
sentido mismo de la salvación es poco honesto.
La Iglesia de Dios nunca nos acomodará al mundo, no
cederá a nuestros caprichos, nunca será la de las mayorías. No hablarán bien de
nosotros en los medios o redes sociales (raro sería que lo hicieran). La
Iglesia de Dios será la que remará contra corriente, la que salvará almas, no
masas y la que explica que aunque lejos estemos siempre habrá un padre
esperándonos en la ventana para abrazarnos al decidir volver.
Dios los bendiga, nos vemos en la oración.
Luis Tarrazzi